3 volcanes emblemáticos de la Patagonia Norte
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Los volcanes habitan la superficie de la Tierra desde tiempos inmemoriales y hoy acompañan el paisaje de las ciudades y su gente. En el inconsciente colectivo están asociados con catástrofes naturales, pero también constituyen un valor importante como recurso turístico.
Por Roxana Ramospé
Compartimos tres de los volcanes más importantes de la Patagonia Norte, magníficos gigantes guardianes del tiempo. Tanto para los más intrépidos que disfrutan ascender a sus cimas como para contemplarlos desde la base, la magia de los volcanes es una atracción que nunca es indiferente.
Domuyo (Neuquén)
Recibe su nombre del mapudungun que significa “que tiembla y rezonga”. Ubicado al noroeste de la provincia de Neuquén, es la cumbre más alta de la región con 4.707 metros, por eso se ganó el apodo de “techo de la Patagonia”. Esta espectacular formación rocosa desafía las habilidades de los escaladores más avezados, pero pone a disposición su magnificencia para ser visitada por todo tipo de viajeros. Se puede llegar a través de la Ruta Nacional 40, desde Chos Malal, haciendo un empalme con la Ruta Provincial 43.
Tronador (Río Negro)
Ubicado a 80 kilómetros de la ciudad de Bariloche que requiere cámara en mano porque todo el recorrido hasta llegar a la base es para retratar en el recuerdo: Playa Negra, Cascada de Los Alerces, Pampa Linda, el Mirador Isla Corazón y el Glaciar Vestisquero Negro son solo algunas de las maravillas que encontrarán los viajeros por el camino. Para disfrutar esta excursión en automóvil y llegar a la base, es recomendable salir temprano de la ciudad y tener en cuenta que el Parque Nacional Nahuel Huapi tiene restricciones en los horarios para el descenso.
Lanín (Neuquén)
El Lanín tiene una altitud de 3776 metros sobre el nivel del mar y se encuentra incluido en el Cinturón de Fuego del Pacífico. Para llegar se toma la Ruta Nacional 40 hasta la ciudad de Junín de los Andes y luego de cruzar el puente sobre el río Chimehuin hay que desviarse a la izquierda por la ruta provincial 23, pavimentada hasta el río Malleo (30 km). Su vista y los puntos aledaños lo hacen un atractivo tanto para turistas como para aventureros que quieren coronar su cumbre. Desde noviembre a abril es la mejor época para hacer trekking debido a la temperatura más agradable y la presencia de menos nieve. El ascenso a la cima del volcán sólo es para expertos y se realiza con guía de montaña.
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