FOTO FRANCISCO BEDESCHI
La garza bruja es un ave zancuda que no tiene diferencias entre el macho y la hembra. Los jóvenes son de un color grisáceo jaspeado con blanco-amarillento. Los ejemplares adultos presentan, en general, un color gris oscuro; en la parte ventral un blanco amarillento o plomizo, corona negro verdosa, cresta larga y blanca y patas amarillas.
Es una especie cosmopolita que habita en todos los continentes excepto Oceanía. En el continente americano se distribuye desde Canadá hasta Argentina, donde se la encuentra en todo el territorio nacional (con excepción de la zona alto andina). Habitan en ambientes acuáticos con arboledas cercanas, como lagunas, bañados, esteros, charcas, ríos, arroyos o lagos. También se las encuentra en las costas marinas. Su hábitat son las áreas palustres. La garza bruja demuestra preferencias por márgenes de ríos y arroyos, lagunas y pantanos con arboledas aledañas de donde obtiene su alimento (anfibios, peces e invertebrados).
Anida en los árboles cercanos a lagunas y cursos de agua. Por lo general se oculta en los pajonales (se la reconoce por su grito estridente). De vuelo lento y pausado, recién lo emprende cuando se siente amenazada. En épocas de reproducción se las puede ver agrupados en grandes pueblos donde producen una inaguantable algarabía. La postura es de octubre o noviembre donde la hembra es la responsable de la incubación. El macho permanece cerca atendiéndola hasta que nacen los polluelos. Los huevos (hasta cinco) son de un color verde azulado.