En los Parques Nacionales sólo se puede hacer fuego en los lugares habilitados y cuando el índice de riesgo es Bajo o Moderado. Las altas temperaturas del verano aumentan el riesgo de incendios forestales. Los pastizales y los bosques van perdiendo su humedad y se transforman en depósitos de combustible que quedan expuestos a la acción de los humanos.
En este escenario, con pastos secos y leña acumulada (combustible), uno de los tres componentes del llamado “triángulo de fuego” está a disposición y podría desatar un incendio. Si a esto se suma el viento (oxígeno) y una fuente de calor (fogata, chispa, colillas), el ciclo se completa aumentando el peligro.
En la mayoría de los casos, los incendios forestales tienen su origen en la actividad humana, ya sea por descuidos o negligencias en el uso de fuentes de calor en lugares con vegetación combustible.
Los focos de incendio se inician cuando se pierde el control en la manipulación del fuego. Una vez que las chispas, el calor de un fogón o la brasa de un cigarrillo se dispersan generan nuevos fuegos que se multiplican con la velocidad del viento, hasta alcanzar una importante escala que los hace difíciles de extinguir.
En la prevención de estos incidentes es fundamental la colaboración de los visitantes. Para ello se debe estar informado acerca del índice de incendios forestales que se actualiza diariamente al mediodía. Estos tableros indicativos se encuentran en lugares visibles de las áreas de uso público y en las portadas de ingreso a los parques nacionales. Sólo se puede hacer fuego en los lugares habilitados, cuando el índice de riesgo es BAJO o MODERADO.
La Administración de Parques Nacionales cuenta con un sistema de prevención y combate contra incendios forestales con presencia permanente en cada una de las áreas protegidas, bajo la coordinación operativa de la Dirección de Lucha contra Incendios Forestales y Emergencias (DLIFE), encargada de establecer lineamientos y estrategias de prevención de fuegos no deseados, manejo de fuegos deseados y rehabilitación ecológica.
En cada parque nacional existe un equipo de Guardaparques y Brigadistas que cuentan con el equipamiento, la capacitación y la experiencia necesaria para el combate de incendios. Para esta temporada, los Parques Nacionales Tierra Del Fuego, Los Alerces, Nahuel Huapi, Lanín, Campo de Los Alisos, Río Pilcomayo y El Palmar, como así también la DLIFE, han reforzado su dotación de móviles especiales para el combate de incendios.
Los 17 vehículos entregados a fin del año pasado por el Ministerio de Ambiente de la Nación son autobombas de primer ataque, porte liviano, doble cabina, tracción 4×4, con 4.500 litros de capacidad de carga para agua y espuma. Poseen un sistema de autoprotección térmica y de aire respirable en la cabina para la tripulación y están equipados con un malacate para 7.5 toneladas, mangueras, lanzas, acoples, motosierras y herramientas auxiliares para el combate de incendios.
Recomendaciones para evitar incendios:
-Haga fuego sólo en lugares habilitados.
-Si está haciendo fuego en los lugares habilitados, nunca lo pierda de vista.
-Asegúrese de tener a mano recipientes con abundante agua.
-Nunca haga fuego debajo de los árboles.
-No arroje colillas de cigarrillos ni fósforos al suelo en áreas protegidas. Esto puede ocasionar incendios.
-Regrese con su basura. Las latas y vidrios pueden ocasionar incendios.
-Para apagar el fuego correctamente:
Hágalo con abundante agua.
Remueva las cenizas para verificar que no queden brasas encendidas.
Arroje agua sobre las piedras y alrededor de la fogata.
Asegúrese de que todo el lugar quede frío.