La gravidez del vacío

Texto de Ángeles Smart
Fotos gentileza Vivi Herrera

“Me gusta utilizar objetos usados, que tienen historias, siento que me monto en esas historias para narrar un nuevo relato”, cuenta Vivi Herrera. Su mundo diseña una cosmogonía en la que todo es posible.

Queriendo que las cosas fluyan, a veces nos arrojamos por la rampa de lo obvio, de lo fácil, de lo que viene con la inercia. Fantaseamos con la certeza del instinto, con la oportunidad de lo que ocurre y con la autenticidad de todo lo espontáneo. En realidad esa es sólo una cara de la moneda, faceta real pero parcial. La otra faz equilibra nuestro mundo humano con la riqueza de lo trabajado, con la fuerza de lo que se logra con perseverancia y con la tenacidad de la voluntad. Si estas dos dimensiones pertenecen a este nuestro mundo material también parecerían estar presentes en el universo de los conceptos. Algunos se relacionan naturalmente, sin esfuerzo, circulando unos al lado de otros, haciendo de la reflexión una tarea de sólo deslizarse y dejarse llevar. En este camino la idea del vacío está siempre acompañada de la ausencia de contenido, de lo vano, de lo hueco, de lo insustancial. Nos habla de las carencias, de los agujeros que nos amenazan y de esa sensación de que por ese lado más nos vale no transitar. Pero si salimos de lo manifiesto y de los lugares comunes, el vacío también nos conduce a otros paisajes, al sitio de lo limpio, lo despejado, de lo que está vacante o disponible. A ese allí donde todo es posible porque lo que sobra es lugar.

¿Serán a estas últimas ideas a las que alude el vacío insoslayable, contundente y omnipresente en las obras de Vivi Herrera? Esas cáscaras de ropajes, trapos, telas, prendas y ajuares que más bien pareciera que construyen más que cubren los cuerpos trasparentes -pura liviandad y sutileza- ¿batallan contra el vacío, lo hacen presente o simplemente lo acompañan? La fluidez que ella confiesa caracteriza a su trabajo, al que vive no como un vencer una resistencia, sino como un don que encontró y usa, se ralentiza cuando de describir su obra se trata. Nada es evidente ni se ofrece sin más a la interpretación. Este detenerse es el efecto que producen estas figuras en pequeño formato, donde elementos de la vida cotidiana se han reutilizado para reconfigurar cuerpos desmaterializados y sugerentes. Sabemos que esto es más que lo que aparece. Porque el vacío que las sostiene no está ahí sólo para lamentar una falta, sino primero y principalmente, para ofrecer un sentido.

Así, por ejemplo en la serie “Meninas” que realizó en el transcurso de varios años desde el 2009 hasta hoy, la historia del arte dialoga con distintas mujeres hechas con material de descarte: “Actualmente utilizo el aluminio que me resulta liviano y cómodo –nos cuenta en uno de sus viajes que realizó a Bariloche desde su casa en Chubut- no es aluminio virgen, sino reciclado, objetos que las mujeres trabajaban en espacios impuestos: cacerolas, pavas, coladores, utensilios varios. Esto me permite proponer una reflexión, que continúo también en mi serie “Indumentaria e identidad”, sobre la vestimenta y las distintas imposiciones sociales que pasan a través de ella. Me gusta utilizar objetos usados, que tienen historias, siento que me monto en esas historias para narrar un nuevo relato”. “De antaño” (2018, 39 x 11 x 07 cm.), “Suave encaje” (2018, 50 x 37 x 22 cm.) y “Rojo encendido” ( 2018, 30 x 10 x 09 cm.) también nos hablan sobre las mujeres, sus cuerpos, sus modos de habitar los espacios y sus estrategias para transmutar el vacío negativo de las exigencias cotidianas en un vacío positivo que dé lugar, también, a sus placeres y deseos.

Desde los años de formación en su Mendoza natal, primero en la Escuela Secundaria dependiente de la Universidad Nacional de Cuyo y después en esta misma Universidad en la que obtuvo su Licenciatura en Artes con medalla de honor, Vivi Herrrera se sintió atraída por la figura humana. Los cuerpos en tridimensión la cautivaron por su perfección y elocuencia. Los fundidos en bronce pronto dejaron el lugar al aluminio y a las mallas de alambre de los cuales se abastece en sus viajes a Mendoza cuando visita los mercados de descarte o “chacharitas”. “La figura humana me permite trabajar en cuestiones humanas: el placer, lo festivo, la danza, los sueños, el trabajo cotidiano de la tierra, los deseos. Generalmente el proceso es el mismo, primero tengo la idea, una imagen, un concepto o un objeto que me dispara, hago un pequeño boceto en papel a mano alzada y después trabajo con los materiales. Para unir las partes que terminan dando forma a la obra, al ensamble, recurro a costuras con alambres que obtengo de las mismas mallas metálicas. Los remaches lo pongo al final cuando ya tengo todo terminado”, explica.

Su formación académica se trasluce en cada una de sus piezas; el dibujo, la línea, el volumen, el tratamiento de los materiales, los lenguajes visuales, todo colabora para que sus pequeñas obras se gesten en el taller que hoy tiene al lado de su casa en Lago Puelo, y en el cual trabaja entre 8 y 9 horas por día, siempre con luz cenital. También lo hace en esos días en que las ganas se le resisten, ya que sabe por experiencia, que aunque su arte fluye natural y espontáneamente, sólo alumbra -como todo lo verdaderamente humano- en la constancia y la aplicación. Confiesa que no sabe en qué derivará su próxima obra, ni hacia dónde se dirige, pero que claramente disfruta y se siente cómoda en esa sensación de no sospechar qué es lo que vendrá: “Se trata de ese momento en que uno se arroja al vacío pero teniendo la certeza de que será algo bueno, como ese tirarse a la pileta en el cual ya disfrutamos de antemano del agua que nos recibe”, reflexiona Herrera.

Quien dice, entonces, que tal vez de eso se trate en definitiva la creación y también la obra de Vivi Herrera, de un disponer y abrir un ámbito donde los materiales, las ropas y los vestidos den espacio suficiente al vacío y que éste en su gravidez deje aparecer algo novedoso y desconocido. Aquello que si bien no esperamos, sin embargo, de algún modo intuimos nos está esperando.

MÁS INFO:

Viviana Herrera, licenciada en Artes, Universidad Nacional de Cuyo. Medalla de Honor. Sus obras están presentes en colecciones de Estados Unidos, Canadá, España, Alemania, Francia, Brasil, Colombia, Venezuela, Perú, Chile y Uruguay.

– 2018: “V+V VIVIAS” MUMA Museo de Arte de Puerto Madryn.Exposiciones individuales (entre otras):

– 2017: Amerindias. “Pieles de Hojalata”, Alianza Francesa en Bucaramanga, Colombia; “Ilusión y Realidad”, en ICANA- CABA.

– 2016: “Viviana Herrera”, Espacio “solsken”, Quintana 302, CABA; “Mujeres de la tierra”, Bolsa de Comercio de Mendoza.

– 2015: Imagen del metal inerte, brotaron los hijos del sol. Fundación Cassará. AREA TEC. Ciudad de Buenos Aires.

Muestras colectivas (entre otras):

– 2018: Salón CÉFIRO, CABA.

– 2017: Salón Patagónico de Artes Visuales, Río Negro; Salón Artes Visuales Provincia de La Pampa, Escultura, Nacional; Feria de Arte MIRA, Centro Cultural Borges CABA.

– 2016: “Parte del Paisaje”, Sala Chapitel, San Martín de Los Andes, Centro cultural Melipal Esquel, Museo Municipal de Arte Trelew; MIRA Festival de Arte, Centro Cultural Borges, CABA; Museo Sívori, Asociación Amigos del museo, Remate de arte, decimoséptima edición, CABA.

2016
– 2° Premio Escultura, Salón Artes Plásticas, Provincia de Chubut, con la obra “Calor del altiplano”.
– Mención especial en el XIX Salón Municipal de Artes Plásticas y VI Binacional Esquel 2016, con la obra “Antigua cosecha”.

2013
– Primer Premio Escultura Salón Esquel 2013 Binacional con la obra “Espiral”.

2010
– “Entre Sedas” Colección Sedas de Metal. Mención de Honor, Salón Pampeano de Artes Plásticas Escultura 2010.

2007
– 2º Premio IV Salón España para Objeto de Arte, convocado por el Consulado de España en Mendoza.

2006
– 2º Premio Concurso Internacional de Artes Plásticas 2006 “Antonio Gualda” Granada, España.
– Mención Certamen Mural para emplazar en el Teatro Mendoza, Argentina.

2005
– Mención III Salón España para Objeto de Arte dedicado a la obra de Miguel de Cervantes, Mendoza, Argentina.

2004
– 1º Premio “9º Salón Internacional Mercosur Juanito Laguna 2004”, Buenos Aires, Argentina.
– 1º Puesto Concurso “Fundación ProMendoza” para el diseño y realización de estatuilla que representará el Premio ProMendoza, Argentina.
– 1º Mención Concurso Internacional “Máscara, Otra Piel”, Córdoba, Argentina
– Mención II Salón de España para Objeto de Arte dedicado a Libro Único de Artista, Mendoza.

www.viviherrera.com.ar

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