Cuando se recorre la ruta provincial 7 es imposible no sorprenderse, sobre todo si se recuerda cómo era la región hace unos diez años. Hoy el paisaje es bien diferente. La ruta está cercada a ambos lados por enormes álamos que protegen extensas tierras que hasta hace poco eran desérticas y actualmente se han transformado en cientos de hectáreas plantadas con vides. En la localidad de San Patricio del Chañar se encuentra la nueva región vitivinícola del país: ese lugar es el que escogió la familia Schroeder para construir la que hoy es una de las bodegas más importantes de la Patagonia.
La familia Schroeder comenzó la construcción de la bodega en 2001, sabiendo que su arquitectura debería respetar lo máximo posible el medio ambiente. Por esa razón su edificación se recuesta sobre la meseta, cuyos 22 metros de altura en 5 niveles permiten utilizar un sistema gravitacional para la elaboración de los vinos. Equipada con la más moderna tecnología, sumado a las pasarelas suspendidas que permiten el recorrido de todo el proceso de elaboración de los vinos, la bodega de Familia Schroeder se ha convertido para muchos en un modelo arquitectónico.
La elección del lugar no fue azarosa. Los suelos livianos y pedregosos, los fuertes vientos patagónicos, la gran amplitud térmica y la posibilidad de irrigar las vides con el agua de deshielo proveniente del Río Neuquén, todos factores importantes para el viñedo, fueron algunos de los motivos que los ayudaron en la decisión.
La bodega posee 150 hectáreas cultivadas con variedades como Chardonnay, Sauvignon Blanc, Pinot Noir, Merlot, Malbec y Cabernet Sauvignon. Si bien comenzaron con dos líneas de vinos, Saurus y Saurus Patagonia Select, y un espumante, Saurus Patagonia Extra Brut, en estos pocos años han sumado nuevos productos a su portfolio. Así, cuentan con su línea Premium, Familia Schroeder, la línea Saurus Barrel Fermented, toda una innovación enológica en nuestro país, y los espumantes Deseado, 100% torrontés, y Rosa de los Vientos, 100% pinot noir. Su enólogo, Leonardo Puppato, cuenta con toda la libertad para crear y eso se traduce en sus vinos: prueba de ello es la gran cantidad de premios que han cosechado en concursos internacionales.
También es de destacar que Familia Schroeder fue la primera bodega argentina en obtener la certificación de inocuidad alimentaria ISO 22.000 a lo largo de toda la cadena de producción. A eso se suma la certificación EUREPGAP en las buenas prácticas agrícolas.
Quizás sea anecdótico, y no por ello menos importante, el conocer el origen del nombre que llevan sus dos primeras líneas de vinos: Saurus y Saurus Patagonia Select. Cuando estaban realizando las excavaciones para la construcción de la bodega hallaron los restos fósiles de un Titanosáurido, uno de los dinosaurios más grandes que se hayan encontrado, y que deambulara por esas tierras hace millones de años. Hoy se pueden ver esos restos en una cava especialmente acondicionada en el interior de la bodega.
PARA CONOCER
Si va a visitar la bodega no puede dejar de almorzar en su exclusivo restaurante, Saurus, restaurante en bodega. Con una vista privilegiada y rodeado de viñedos, uno puede disfrutar de la alta cocina europea creada por las expertas manos de su chef suizo Boris Walker, quien ha sabido adaptarla al gusto local incorporando ingredientes regionales en sus recetas.
Caminar por los viñedos, recorrer las pasarelas interiores, maravillarse con los restos fósiles del dinosaurio, almorzar rodeado de viñedos son, sin dudas, experiencias que merecen ser vividas. –