POR MARÍA EUGENIA DE CICCO – FOTOS ALEX ZIMMERMANN
Junio es el “Mes Internacional del Cuidado de la Fertilidad”. Con el lema “la fertilidad es un problema de todos”, el Centro de Medicina Reproductiva Bariloche, Fertility Patagonia, se suma a esta iniciativa, brindando información que aporte claridad y sensibilidad sobre el tratamiento de esta problemática y su contexto.
Los tratamientos de alta y baja complejidad permiten hoy a miles de parejas cumplir con su deseo de formar una familia. El Centro de Medicina Reproductiva Bariloche, Fertility Patagonia, acerca la posibilidad de ser padres a través de la calidad profesional, la vanguardia tecnológica y el acompañamiento permanente de los pacientes durante los procedimientos.En Fertility Patagonia se reciben consultas de toda la Patagonia e incluso de Chile. Hombres y mujeres que se acercan con un único objetivo: lograr un embarazo. Cada caso es una historia de amor, deseo y convicción en la búsqueda del hijo tan esperado. Una de las primeras consultas que atendió el centro fue la de Alicia L., quien había tenido a su primera hija a los veinticinco. Después del nacimiento de Paola, supo que quería tener más hijos. Así, pasó los próximos quince años buscando el segundo, sin poder lograrlo. Durante ese período perdió dos embarazos. El sueño de agrandar la familia parecía desvanecerse hasta que en 1988, cuando estaba por cumplir cuarenta años, decidió consultar a un especialista. De este modo, llegó al consultorio del médico ginecólogo Juan Manuel Bonina, hoy director de Fertility Patagonia. Luego de una serie de estudios, se determinó que tanto Alicia como su marido debían hacer un tratamiento para recuperar su fertilidad. Tiempo después, aquella convicción de Alicia volvía a tener un sustento, el día que llegó al consultorio del doctor Bonina con la noticia: “estoy embarazada”. Durante los siguientes nueve meses, Alicia debió realizar estrictos controles para monitorear la gestación de su bebé que vino al mundo el 8 de junio de 1989 en un “día radiante”, según recuerda. “Danisa parecía una muñeca, fue un momento perfecto”, agrega. El ciclo de la vida pudo abrirse paso gracias a la esperanza, el amor y una “ayuda” de la medicina reproductiva. Alicia lo sabe y está muy agradecida con el equipo médico que la acompañó durante el tratamiento.Pasaron veintitrés años desde entonces y Danisa ya es madre de dos hijos. “La maternidad es lo mejor que le puede pasar a una mujer porque la completa, es la prolongación de la vida”, dice Alicia mientras observa con sus pequeños ojos celestes a su nieta Luisina, en brazos de su hija.
INFERTILIDAD
La infertilidad es una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se estima que la prevalencia de la infertilidad en la Argentina oscila entre el diez y quince por ciento en la población en edad reproductiva. Si bien las causas orgánicas pueden ser muy variadas, incluso, reversibles, el principal factor de incidencia es social: la edad de la mujer. “Lamentablemente, la edad en la cual una pareja busca hoy su descendencia va aumentando progresivamente, dado que antes se persiguen otros objetivos: su consolidación laboral y profesional y su estabilidad económica. Esto disminuye las chances de lograr un embarazo naturalmente”, afirma el doctor Juan Manuel Bonina, director del Centro de Medicina Reproductiva Bariloche, Fertility Patagonia. Según sus registros, el setenta por ciento de las parejas que consultan en el centro tiene treinta y cinco años. “A los cuarenta años tiene sólo entre un quince y veinte por ciento de posibilidades de embarazarse y un treinta por ciento de posibilidades de perder el embarazo natural”, explica Bonina.Toda pareja que haya intentado conseguir un embarazo durante un año sin resultados, debe consultar a un médico especialista para evaluar el motivo. “El ochenta por ciento de los casos se resuelve de manera sencilla y el otro veinte con tratamientos de baja o alta complejidad. No todos van a un procedimiento asistido. De cualquier modo, la consulta precoz es muy importante”, subraya Bonina. “En muchos casos -agrega el especialista-, la consulta se vuelve un punto de inflexión en la pareja, que toma consciencia de la necesidad de buscar ayuda. A veces, esta idea se madura tardíamente”. “¿Por qué me tocó a mí?” es la pregunta que más se hacen quienes no pueden concebir un hijo. Transitar por esta experiencia y recibir el diagnóstico de infertilidad o esterilidad son situaciones que pueden derivar en angustia y ansiedad en la pareja. Por esta razón, el abordaje del problema de fertilidad debe realizarse tanto desde el aspecto médico como psicológico. “En la primera consulta, además de las evaluaciones médicas de rutina tanto al hombre como a la mujer, se les brinda asesoramiento con un psicólogo para trabajar en la contención emocional”, indica Bonina. “En el centro creemos que el procedimiento no sólo tiene que estar bien hecho sino además bien acompañado. Le damos una gran importancia a la atención personalizada”, señala. “Es preciso contener la angustia y apuntalar al paciente, porque es parte del éxito del procedimiento. Hemos demostrado estadísticamente que aquellos pacientes que están asistidos y contenidos tienen mayores chances que otros que no lo están. El ser humano se aferra mucho a la confianza que depositó en el profesional y eso es lo que nosotros fortalecemos: el vínculo, la contención y el acompañamiento del paciente. Éstos son los tres pilares fundamentales, más allá del estudio de lo orgánico, con los cuales cimentamos y apoyamos el tratamiento”, dice.
“NUESTRO PEQUEÑO GRANO DE ARENA,FERTILITY PATAGONIA”
“La reproducción es una práctica médica en la cual se mejora todos los días, las posibilidades de embarazo a través de las nuevas tecnologías y técnicas, son un pequeño grano de arena que permiten brindarle a una pareja una chance más de lograr su anhelo, ser padres”, asegura Bonina.“Por este motivo, los profesionales médicos de Fertility Patagonia estamos abocados a la renovación tecnológica, el monitoreo de las prácticas, capacitación permanente y presencia en congresos internacionales. Contamos con un laboratorio de excelencia, equipamiento de última generación que garantiza la calidad de nuestros servicios en base científica”, argumenta. “Nuestra principal responsabilidad es la atención personal de cada paciente. A quienes queremos conocer, brindar un acompañamiento y un diálogo franco, llamándolos por su nombre. De esto estamos convencidos y es una prioridad que hemos mantenido a lo largo de veinticinco años con la misma ética profesional, decisión, determinación y atención a cada uno de los detalles, acompañando a nuestros pacientes durante el proceso en todo momento”, explica el especialista. Según registros del centro, ya se han realizado más de dos mil tratamientos de fertilización. “Tenemos una tasa de embarazo mayor al cincuenta por ciento, este es un logro institucional muy codiciado, exponiendo claramente la excelencia tras la cual nos hemos alineado para brindar nuestros servicios de Medicina Reproductiva. Es por ello que hemos obtenido el reconocimiento logrando la acreditación Nacional de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMeR) y la Acreditación Internacional de la Red Latinoamericana de Reproducción Asistida (Red LARA)”, manifiesta. “Somos el único centro de baja y alta complejidad acreditado que existe en la provincia de Río Negro, no hay ley nacional ni provincial que habilite centros de fertilización pero sí sociedades médicas que los acreditan y controlan. Para lograr tanto una acreditación nacional como internacional, es necesario tener estándares de calidad muy altos”, aclara el doctor Bonina.La vocación y pasión tras el trabajo diario permite a los profesionales de la medicina reproductiva, alcanzar su propósito. El doctor Bonina lo resume de esta manera: “La ecografía donde se ve el embrión moviéndose, escuchar los latidos cardíacos, es una inmensa emoción. La gratificación se materializa en la alegría y la radiación que generan esos pacientes a través del agradecimiento y el abrazo, por haberlos ayudado a ampliar la familia, nuestro objetivo final”.
MÁS CERCADE UNA LEY NACIONAL
Durante la inauguración de las sesiones de la Cámara Baja en marzo pasado, la presidente Cristina Fernández de Kirchner adelantó en uno de los apartados de su discurso, que este año se trataría la ley nacional de fertilización asistida. En caso de sancionarse y reglamentarse dicha norma, obras sociales y prepagas tendrán que incluir en su Programa Médico Obligatorio (PMO) el diagnóstico, cobertura y tratamiento para la infertilidad. “Sólo en la provincia de Río Negro se estima que hay diez mil parejas con problemas de fertilidad”, asegura Bonina. A partir de un convenio firmado en 2011 con IPROSS, los afiliados de la obra social provincial tienen cubierto hasta el ochenta por ciento del tratamiento de fertilización en Fertility Patagonia.
LA BENDICIÓNDEL POSITIVO
Delvie y Julio son de Río Colorado, provincia de Río Negro, y se casaron en 2005. Al año siguiente comenzaron a buscar un embarazo. Ante los repetidos “negativos” decidieron consultar a un especialista. Luego de cinco tratamientos de baja complejidad con iguales resultados, fueron derivados a un centro de medicina reproductiva en Bahía Blanca, para realizar tratamientos de alta complejidad, los cuales tampoco arrojaron los resultados esperados. El matrimonio no bajó los brazos y en 2011, tras gestionar la cobertura de los tratamientos de alta complejidad ante la obra social IPROSS, les informaron de la existencia de Fertility Patagonia en Bariloche. “En junio del año pasado viajamos para la primera entrevista, con todos nuestros estudios. Allí nos encontramos con el doctor Bonina, toda una eminencia”, recuerda Delvie. Dos meses después, la pareja volvió a Bariloche para realizar el tratamiento de fertilización. “Confiamos ciegamente en el doctor, por su calidad profesional y humana nos sentimos acompañados en todo momento, nunca nos sentimos un paciente más”, asegura. Después de la lucha de cinco años y un sinnúmero de tratamientos sin éxito, la ilusión de ser padres seguía intacta en ellos. En septiembre, la bendición del positivo terminó con la espera de ambos, recompensada con mellizos, los pequeños Lucio y Lara que nacieron en mayo pasado y causaron toda una “revolución” en Río Colorado, por ser el primer nacimiento múltiple de la ciudad a través de un método de fertilización asistida. “Nada empaña la felicidad de tenerlos hoy con nosotros, de ver que nuestro gran sueño y anhelo se hizo realidad, fue una bendición habernos encontrado con el doctor y su equipo”, explica Delvie. ■
La consulta temprana al especialista y la información adecuada, son factores importantes del éxito.
¿Cuándo acudir a un especialista?
• Los miembros de la pareja tienen menos de 35 años y llevan casi un año tratando de lograr el embarazo. • Tienen más de 35 años y están intentando hace seis meses. En esta instancia las parejas empiezan a hacer preguntas sobre dónde ir, cómo hacerlo, qué tener en cuenta y, por sobre todo, en qué consiste un tratamiento de fertilización asistida. Todo tratamiento de fertilización asistida conlleva una serie de pasos. Conocerlos puede ayudar a hacer una mejor elección. •