Ensayos impopulares BERTRAND RUSSELL Edhasa, Barcelona, España, 2005
Bertrand Russell vivió casi un siglo, entre 1872 y 1970. Nació y murió en Gales. Fue ahijado de un tal John Stuart Mill “quien murió, previsiblemente, antes de conocerlo-, y quedó huérfano muy pequeño, por lo que pasó su infancia y juventud con sus abuelos. Matemático, teórico de la lógica, filósofo, Premio Nobel de Literatura en 1950, siempre se destacó por sus opiniones y sus posiciones en el ámbito político, las ciencias sociales y las humanidades. Irónico, metafórico e inteligentísimo, escribió respecto a situaciones que sucedían mientras pensaba: la Primera Guerra Mundial, la Segunda, el fascismo y el stalinismo (a los cuales combatió con pasión y argumentos), el feminismo, la tolerancia, la libertad o la energía nuclear. “La historia del mundo es la sumatoria de todo aquello que hubiese sido evitable”, dijo Russell alguna vez, siempre dueño de una curiosidad intelectual notable y de inquietudes matemáticas, éticas, filosóficas, lógicas y sociales realmente sorprendentes. Adversario acérrimo de los fanatismos, su obra ensayística, variada y enciclopédica, está reunida en varios libros. Por ejemplo en Ensayos impopulares, que reúne textos que van desde 1928 hasta 1950. Incluye hasta una nota necrológica que Russell se escribiera a sí mismo allá por 1937. Sostiene en un párrafo: “Su vida, a pesar de todas sus vacilaciones, tuvo cierta coherencia anacrónica, con reminiscencias de la de los rebeldes aristocráticos de principios del Siglo XIX. Sus principios eran curiosos, pero, fuesen lo que fuesen, gobernaron sus acciones (…) Fue el último sobreviviente de una época muerta”. Dos ensayos bien valen la pena: Ideas que han ayudado a la humanidad e Ideas que han perjudicado a la humanidad.
Némesis JO NESBí¸ RBA, Madrid, España, 2009
En el departamento criminal de la policía de Oslo todos saben que nadie es mejor detective que Harry Hole, una especie de genio en extinción que no para de fumar, que ama al rock & roll, que tiene una vida afectiva probable y que es capaz de trabajar con una campera de cuero, una remera negra con la inscripción The Police, zapatillas y una mirada de gran resaca. Hole tiene serios problemas con el alcohol y su jefe no para de rescatarlo y de ofrecerle nuevas oportunidades. Es muy bueno incluso borracho. Cuando está sobrio (ahora lo está) es impecable. En Némesis, Oslo observa como un ladrón, vestido de mameluco, con la cara cubierta y anteojos negros, asalta distintos bancos. En uno de ellos mata a la gerente. Paralelamente, la vida privada de Hole le habrá de jugar una pésima pasada: Anna, una antigua novia, lo invita a cenar. Acepta. A la mañana siguiente no recuerda absolutamente nada. Sólo siente algo parecido a una resaca atroz. Pero tampoco recuerda haber bebido. Horas más tarde, Anna aparece muerta y Hole estuvo allí. Supone que nadie lo sabe. Las pericias, al principio, sugieren suicidio. Pero Harry Hole lo intuye: alguien la mató. Y no recuerda qué sucedió la fatal noche anterior, aunque él mismo se descarta como criminal. No obstante, sabe que si el rumor trasciende, será el principal sospechoso. Debe resolver el caso rápido. Pero alguien más está al tanto de la situación: “Imaginemos que cenas en casa de una mujer y al día siguiente la encuentran muerta. ¿Qué haces?”, dice el mail anónimo que recibe. El argumento implica una venganza: “Némesis” es una de las hijas de Zeus y además diosa de la venganza en la infinita y deslumbrante mitología griega. Y ambas historias, los robos y el asesinato, admiten un nexo. Gran novela del noruego Jo Nesbí¸.
La caverna de Platón y otras delicias de la filosofía NIGEL WARBURTON Crítica, Barcelona, España, 2009
El profesor y catedrático inglés Nigel Warburton, quien presentó su tesis doctoral en Cambridge se dedica, fundamentalmente, a la fotografía y la estética, circunstancias que no obstaculizaron en nada su aproximación (y su proximidad) con la filosofía, a la cual se ocupa de divulgar de una manera inteligentísima. Muchas veces la filosofía es víctima de un prejuicio que consiste en adjudicarle muchas más complejidades y dificultades que las que realmente tiene (que no son pocas). En tanto la filosofía es, desde siempre, la madre de todas las ciencias y es una forma de amar y de buscar la sabiduría (ese es su significado elemental, además), ofrece una cantidad de parábolas, aporías, situaciones, ideas, reflexiones, razonamientos o argumentos que no sólo han trabajado los filósofos de distintas épocas sino que han sido comentadas o reescritas por sucesivos investigadores. ¿Quién no escuchó hablar alguna vez de “la caverna platónica”, de la “teoría del motor inmóvil” 0 de la parábola de Aquiles y la tortuga?. El libro de Warburton se encarga a explicar todas estas complejidades, además de otras muchas que han recorrido la historia de la Filosofía. Cada capítulo (son 24) puede leerse de manera independiente, aunque evidentemente el todo siempre será la suma de las partes. Algunos de ellos son: Platón (La República), Aristóteles (Ética Nicomaquea), Nicolás Maquiavelo (El Príncipe), Thomas Hobbes (Leviathan), Jean Jacques Rousseau (El contrato social), Immanuel Kant (Crítica de la razón pura), John Locke (Segundo tratado sobre el gobierno civil), Arthur Schopenhauer (El mundo como voluntad y representación), Karl Marx y Friedrich Engels (La ideología alemana), Friedrich Nietzsche (La genealogía de la moral) o Ludwig Wittgenstein (Investigaciones filosóficas).