Volver a empezar :: INCENDIO EN EL REFUGIO BERGHOF

TEXTO Y FOTO TONCEK ARKO
En un emotivo acto los amigos y socios del Club Andino Bariloche (CAB) prometieron reconstruir el refugio Berghof, arrasado por el fuego en la tarde del miércoles 30 de noviembre. El grupo Cofradía despidió con música una etapa en la historia del refugio que inició un nuevo ciclo: el de su reconstrucción.Claudio Fidani, concesionario del lugar, recordó la filosofía con la cual lo administró y también hizo sonar la campana de bronce, que pudo ser rescatada entre los escombros.  El rito se repitió todos los jueves de 2011, antes de los espectáculos culturales. “Desapareció la parte física del Berghof, pero no su espíritu. Trabajaremos para reconstruirlo y reanudar los encuentros”, afirmó Fidani. Cofradía interpretó “La danza de los espíritus bien aventurados” y grandes y chicos se emocionaron ante los acordes, emitidos junto a las cenizas dejadas por el fuego y las provenientes del volcán Puyehue. Un atardecer gris, apagado, parecía despedir los restos del Berghof.Ramón Chiocconi, presidente del CAB, explicó que “las razones por las cuales el refugio debe ser reconstruido son múltiples”. En primer lugar enumeró “la obligación moral, pues el refugio es patrimonio de toda la comunidad de montaña y de Bariloche” y también destacó la inserción que el lugar logró en el ámbito cultural local, siendo un referente para los espectáculos. El inmueble destruido por el fuego tenía dos plantas. En la inferior estaban el salón comedor, la cocina y depósitos. En la planta alta los sanitarios y varios salones (donde en el pasado había dormitorios) con la exposición de elementos históricos, exhibidos como museo. Muchos de estos elementos eran piezas únicas, con un gran valor histórico. Una pérdida irreparable. El presidente dijo que la nueva obra mantendrá la imagen de lo que fue el Berghof, que será edificado con materiales y solo revestido con madera. Asimismo se lo dotaría de una moderna cocina y un salón más grande para las reuniones.Afortunadamente la vivienda particular de Otto Meiling, que fue íntegramente reparada y remodelada hace 2 años y adaptada en museo, no sufrió daños y tampoco el refugio “Pichi Ruca”, ubicada junto a lo que fue el taller y fábrica de esquíes, que se derrumbó durante la gran nevada de 1984 y nunca pudo ser restaurado. Por su parte el refugio “Tábanos”, aledaño al Berghof, sufrió algunas quemaduras y pudo salvarse gracias a la labor de los bomberos. Hace un tiempo los pinos del lugar había sido talados y ello permitió que los bomberos también logren salvar los árboles autóctonos que solo sufrieron quemaduras leves.“Hoy es el primer día en la reconstrucción del refugio Berghof”, aseguró Chiocconi momentos previos al concierto de Cofradía, iniciando de esta manera una nueva etapa en el histórico lugar.■

HISTORIAS

El primer refugio que Meiling y Herbert Tutzauer construyeron en el cerro Otto se ubicada en su ladera sur, unos 10 minutos más arriba de Piedras Blancas. Lo hicieron en mayo de 1933 íntegramente de troncos. Se usaba en invierno como refugio durante las prácticas de esquí. En marzo de 1937 Meiling construyó, con la ayuda de Manuel Ojeda Cancino el refugio Bergfried’n (Paz en Montaña), cerca de Piedras Blancas, en tierras de Luisa Capraro. Allí abrió la “Escuela de Ski Tronador”. Luisa no estaba dispuesta a alquilar el predio por muchos años y por ello Otto compró una parcela a Benito Bock.

El refugio Berghof, la casa particular de Otto, el taller y las dos cabañas se construyeron en 1939. Durante el invierno de 1940 la Escuela de Ski Tronador funcionó a pleno.  Meiling vivió en el cerro Otto casi 50 años (falleció el 11 de agosto de 1989) y donó el predio al CAB en diciembre de 1980, cuando tenía 78 años, en un sencillo acto, ante el escribano Vallmitjana: 5 hectáreas y fracción y todo lo construido.

 

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