Su nombre significa “corral del sol” en lengua mapuche. Y la metáfora no sólo es perfecta. Es bellísima. Como el hotel. Fundado en la década del ´40 del siglo pasado por inmigrantes checos, Antumalal aún está administrado por la misma familia. Está considerado un hotel boutique y su diseño es tan particular que las influencias de Frank Lloyd Wright son famosas y evidentes. Se trata de un lugar distinto, con una historia singular. Sara White, gerenta de Márketing del establecimiento, explica de qué se trata.
En medio de un lugar sorprendentemente bello, la calma es imperceptible. Sara White, gerente de Marketing del Hotel Antumalal, elige el momento para comenzar su particular soliloquio, toda una rareza: es un soliloquio destinado a otros.“Nos interesa mucho la historia y la arquitectura de nuestro hotel. Poca gente sabe que el hotel este año cumple los 62 años, aunque muchos recuerdan que vino la reina Isabel, pero no saben cuándo. Tenemos una extensa lista de huéspedes ilustres Sin embargo, el hotel es mucho más que su propia historia, que de por sí es riquísima: implica también toda la dedicación que día a día ofrecemos para mantener su estilo original. Y este concepto es el que también queremos compartir”, puntualiza Sara White nada más que para comenzar.“Antumalal”. El nombre significa “corral del sol” (una metáfora no sólo perfecta sino además bellísima) en mapuche. La idea es aún más bonita cuando se aprecian los atardeceres en el lago Villarrica, que además, ofrece una vista panorámica espectacular.Los fundadores fueron Guillermo y Catalina Pollak, quienes llegaron a Chile en 1938 en búsqueda de un nuevo lugar donde vivir. Eligieron Pucón, que les traía reminiscencias de la vieja y lejana República Checa, entonces Checoslovaquia. Se quedaron acá, compraron el actual terreno en los años `40, lograron construir una casa de té y luego consiguieron el dinero suficiente para empezar con la construcción del hotel. Parece fácil y rápido. Y no fue ni una cosa ni la otra. Cuenta Sara que la pareja había visto una casa en Cachagua, un lugar que está un poquito al norte de Valparaíso y Viña del Mar. Les encantó la arquitectura de la construcción y empezaron a buscar al arquitecto: se trataba de Jorge Elton. Su estudio estaba influenciado por el estilo de Frank Lloyd Wright y por eso el hotel tiene un diseño único: es una mezcla de arquitectura Bauhaus con inspiraciones particulares del propietario y del arquitecto. Todas las áreas comunes grandes están construidas con piedra, por ejemplo. “Hemos hecho uso de todo lo que se encontraba en el lugar donde se levantó el hotel, que se construyó a mano usando elementos locales, piedra y madera fundamentalmente. Y como todo sucedió antes de que se modificara la ley, hasta se utilizó araucaria, un árbol de la zona, con cuya madera se forraron las áreas comunes. También se utilizaron pinos y coihues”.Sara agrega que mucha gente llega de los Estados Unidos y percibe el vínculo estético que existe entre el hotel y las ideas de Frank Lloyd Wright. “La idea fue hacer un diseño que se insertara en la naturaleza y no al revés. No había que permitir que el edificio destruyera la naturaleza. El hotel enmarca la naturaleza”, explica. Antumalal está catalogado como un hotel boutique y tiene capacidad para admitir hasta 46 personas. Ofrece en la actualidad 22 habitaciones. Dentro de los jardines está el chalette Real, que puede hospedar hasta cinco perdonas cómodamente, el chalette Del Bosque (para seis personas) y la Cabaña del Lago que originalmente fue la casa de los dueños.El hotel continúa en manos de la misma familia. Tanto que la hija de los fundadores, Verónica Pollak, es ahora su propietaria. Y su hijo, Andrew Morgali Pollak, el jefe de Operaciones. “Principalmente trabajamos con operadores turísticos. Pero muchos de nuestros clientes llegan por referencia de familiares o amigos y por la nueva página web, sitio adaptado a las redes sociales y a los smartfones para poder realizar reservas on-line. Está todo sincronizado”, explica White, para quien la experiencia del trabajo con las redes sociales ha sido “muy buena”.El slogan del hotel es “Antumalal es simplemente una experiencia” porque, según explican, el objetivo es que la gente se acerque y se escape un rato de las ciudades. “Estamos solo a 2 kilómetros del centro de Pucón y eso nos diferencia bastante de otros lugares: el centro está a sólo veinte minutos caminando. Pero los huéspedes, muchas veces, prefieren disfrutar de nuestras 5 hectáreas de jardines, que tienen hasta cascadas: toda esa agua se canaliza desde el volcán Villarrica, ubicado a 17 kilómetros del hotel. Y traemos el agua para poder generar nuestra propia energía a través de una planta eléctrica: se construyó en 1950 y sigue funcionando”, dice Sara White. “El nuestro es un hotel a la carta: a nuestros huéspedes les preguntamos cuáles son sus gustos o sus preferencias y a ellas nos dedicamos. El servicio está absolutamente personalizado y todo está hecho a mano: los muebles son originales de la zona. Como los bancos de madera, fabricados por las comunidades mapuche. Y las cuerdas con que se arman los sillones se cambian todos los años. Los alimentos son todos de proveedores locales. Incluso el queso”, añade.A propósito de la comida, el restaurante del hotel se llama Parque Antumalal. “Nuestra chef nos ha aportado unos toques deliciosos que nos han hecho regresar a nuestras raíces: tenemos ahora un invernadero y un huerto. Está lleno de hierbas que usamos para tés, con nuestros propios cultivos y materias primas”, relata Sara.Aparece como evidente que Antumalal no es nada más que “una experiencia”. Antumalal es un hotel para quedarse y “el” hotel por excelencia de la Región de la Araucanía, en el corazón del sur de Chile.■
Hotel Antumalal :: Km 2 Camino Pucón-Villarrica, Pucón, Chile | Tel: (+56) (45) 441011/12 | info@antumalal.com | www.antumalal.com