Sumergite en los beneficios de hacer ‘Shinrin-Yoku’ o baños de bosque

#Actividades

TXT: Cintia Soldatich
PH: Aire Life

La práctica de baños de bosque o “Shinrin-yoku” otorga enormes beneficios para la salud que han sido comprobados científicamente: fortalece el sistema inmunológico, reduce el estrés, mejora el estado de ánimo, favorece la concentración y creatividad y mejora la calidad del sueño. Y se puede realizar acompañado por guías expertos o por cuenta propia.

Esta práctica surgió en los años 80 cuando se descubrió en Japón que realizar caminatas en zonas boscosas, rodeados de naturaleza, ayudaba a mejorar la salud física y mental.  Según el inmunólogo japonés Qing Li, de la Escuela de Medicina de Tokio, un paseo por el bosque aumenta significativamente la concentración de células “NK” un tipo de glóbulo blanco que es clave en la lucha contra las infecciones y el cáncer.

Por otro lado, el fisiólogo y antropólogo Yoshifumi Miyazaki, midió la concentración de cortisol (la hormona del estrés) en personas que estuvieron en el bosque, siendo mucho menor al encontrado en las personas que permanecieron en un ambiente urbano. También se confirmó que estar en un bosque disminuye la actividad del córtex prefrontal, la parte donde residen las funciones cognitivas como planificar, resolver problemas y tomar decisiones. En cambio, la actividad cerebral se desplaza a las zonas relacionadas con la emoción, el placer y la empatía. Por eso, ayuda a tomar decisiones o ver los problemas desde otras perspectivas.

¿Pero cómo se realiza un baño de bosque?

Un baño de bosque no tiene como objetivo hacer ejercicio físico, “como una simple caminata por la montaña o una ruta de trekking” según Alex Gesse, fundador del Instituto de Baños de Bosque de España, la idea principal es conectar con la naturaleza, observar plenamente y enfocar la atención a los estímulos del bosque: los olores, los sonidos, el tacto con los árboles, las hojas o el agua. Hay que empaparse de naturaleza, caminar despacio, oír las aves o el susurro de las hojas con el viento. Es muy importante realizar este paseo sin apuro. Gesse recomienda que duren al menos entre una y tres horas, aunque por supuesto, mientras más tiempo se pase en el bosque, mejores resultados tendrán.

Otro detalle no menor es que hay que desconectar de la tecnología: no usar el celular, ni relojes, ni ir escuchando música. No es un paseo fotográfico, ni para subir a redes sociales. Tampoco hay que poner metas ni de distancia ni de lugares, el objetivo es disfrutar del momento y de cada suceso que pase alrededor como el viento, el sol, los sonidos de las aves, sentir las cortezas de los árboles.  Y para ello nada más importante que hacerlo en SILENCIO, sin distracciones.  Quizás la más difícil de todas las recomendaciones es: dejar los problemas cotidianos fuera del paseo. No “rumear” mentalmente. Pero que es sumamente importante para el

Como dice Gesse: “un baño de bosque no es más que una experiencia contemplativa que nos conecta con el entorno natural a través de las emociones y los cinco sentidos” que nos lleva además a “Volver al bosque” ya que los humanos nacimos en el bosque, es nuestro origen, sólo hace 200 años que vivimos en grandes ciudades, por eso nos hace tan bien volver a lo natural.

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