Cabernet Franc: una cepa para poner en la mira
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TXT: Anabella Alcuaz (WSET Diploma)
Este varietal tinto enamora tanto a los consumidores argentinos como a los críticos especializados. En esta nota, nuestra columnista Anabella Alcuaz (WSET Diploma) recomienda cuatro etiquetas para descubrir esta cepa.
Si bien hay pocas hectáreas plantadas (casi 1500), crece a paso firme en nuestro país ya que sus excelentes exponentes y puntajes le dieron mucha visibilidad. Su escasez es también la razón por la que las etiquetas varietales de Cabernet Franc suelen aparecer en la gama media y alta de precios.
Si lo comparamos con la variedad Cabernet Sauvignon, encontramos que en general el Cabernet Franc tiene un nivel de taninos más moderado y menos estructura. Ambos pueden exhibir niveles de acidez elevada, se llevan bien con la madera, producen vinos muy elegantes, frescos, complejos y de larga guarda.
Su perfil aromático puede ser bien amplio: flores, hierbas aromáticas, especias, fruta roja y negra, pimienta negra en grano, pimentón, pimiento verde, ají, hoja de tomate y tabaco, menta, albahaca, arándanos, grosellas y frutos del bosque.
Suele aparecer en vinos de corte, aportando su nota de frescura, acidez y perfume acompañando a la Malbec, la Merlot y la Cabernet Sauvignon.
Nacido en Vista Flores, Valle de Uco, Mendoza. Se bebe fácil, de cuerpo medio, taninos presentes pero amables, nos recuerda a hierbas frescas y fruta negra madura como el casis y la ciruela. Con sutiles notas especiadas que le aporta el 30% del vino que pasa por madera. Excelente relación precio-calidad.
Un buen exponente de la variedad, que se presenta en nariz con notas de pimiento y pimentón. En boca, tiene taninos suaves, fruta negra madura y jugosa. Excelente para acompañar platos de carnes guisadas, pastas con salsas bien sabrosas.
La Poderosa Cabernet Franc-Merlot
Desde San Patricio del Chañar, Neuquén, este vino se luce en su franja de precio medio. De cuerpo medio, taninos suaves y fruta negra, llena el medio de boca y una nota típica de pimiento rojo que invita a otra copa. De persistencia media y final amable.
Herbal y fresco, con un corazón de fruta negra madura, violetas, especias como vainilla, de textura suave pero con mucho cuerpo. Elegante y concentrado, de final largo y refrescante. Es un vino contundente, de gran calidad y tipicidad.