Llega otra “Carrera de la Historia” al Cerro Catedral
25 de septiembre
El domingo 25 de septiembre se realizará un nuevo encuentro de la Carrera de la Historia. Este año será una esquiada conjunta por el centro de esquí luciendo sus pintorescos trajes o equipamiento antiguo recorriendo y honrando la historia del esquí en Catedral. Además, este invierno se puede observar en la Plaza Catalina Reynal, un recordatorio en honor al fundador de Catedral, Hans Nöbl.
En 2022 se cumplen 20 años de la primera edición de la Carrera de la Historia. Año a año, referentes del deporte en la región se fueron sumando y luciendo sus técnicas, equipos e indumentaria que transportan a todos, casi de una manera inevitable, a un recorrido por la historia del esquí en la región. El grupo ascenderá a las 10.30 horas por la Telecabina Amancay para luego finalizar con un almuerzo en el Refugio Lynch a las 14 hs.
“Para ser parte del encuentro se debe concurrir con equipo o indumentaria de época, modelos anteriores a 1990. Se puede usar esquís y botas modernas, pero lucir vistosa indumentaria antigua”, indican desde la organización.
Cada año este evento reúne a excelentes corredores, instructores y entusiastas de todos los tiempos que marcaron el desarrollo de esquí en Bariloche. La idea de este evento es honrar algún “pedacito de historia” de los deportes invernales en la ciudad de Bariloche. En esta oportunidad se realizará un recorrido por las pistas de Catedral iniciando en la telecabina Amancay y finalizará en la pista Dinko.
Quienes se hayan acercado este invierno a la base de Catedral habrán observado un curioso hito en la parte norte de la Plaza Catalina Reynal: un “troncubo”. Este recordatorio fue donado por un artista argentino que quiso poner en valor el enorme y destacado trabajo de Hans Nöbl en Catedral, quien fue un pionero y visionario en el desarrollo de Cerro Catedral como centro de esquí. Bajo la dirección de Parques Nacionales, fue Hans Nöbl quien a partir de su experiencia y conocimiento indicó a Catedral como la montaña indicada para desarrollar un centro de esquí de nivel internacional en 1936.
“El objeto que ven es solo un recordatorio.
Bien podría haber sido una piedra o una estaca clavada en la tierra.
Es un señalamiento.
En realidad, hecho principalmente por la naturaleza.
Sin duda muchos años de buenas y malas estaciones transcurridas en la vida de este ciprés patagónico. Su fortaleza le permitió existir.
Este ciprés contiene humanidades.
Este trozo permitió desbastar el centro y mostrarnos un cubo.
Ciprés y cubo nos ayudaron a recordar a un hombre.
Hans Nöbl.
Que fue duro como el ciprés, pero tan humano como los que descubrieron el cubo.
Un recordatorio de alguien que merece ser recordado con agradecimiento, como también debemos agradecerle al ciprés el haber existido, como debemos agradecerle a la naturaleza la montaña y al hombre el hacer de ella lo que hoy nos permite disfrutar y cuidarla.” GS. Artista.
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