TEXTO AIRE
FOTOS FRANCISCO BEDESCHI
Descender por las laderas de las montañas en una bicicleta de mountain bike cada vez tiene más adeptos en la Patagonia. Eso sí, no se trata precisamente de una disciplina barata: sus costos rondan los 3.000 dólares.
La historia oficial cuenta que el mountain bike (MTB) tiene su origen a fines de los años `70 del siglo pasado en las colinas del Mount Tamalpais, California, Estados Unidos.
Un grupo de amigos fanáticos de las motocicletas recorrían estas colinas, compitiendo entre sí en carreras contra reloj cuesta abajo. En poco tiempo fue prohibida la circulación de estos vehículos a causa de la contaminación y erosión que provocaban en el medio ambiente. Sin embargo estos “locos” de las dos ruedas se las ingeniaron para seguir con su movida, sólo que ahora los descensos los hacían con bicicletas de paseo comunes y corrientes. Pero se rompían con facilidad, ya que no estaban pensadas para esos menesteres y, además, el auxilio motorizado seguía siendo perjudicial para el medio natural.
De a poco fueron experimentando con diferentes tipos de máquinas, equipándolas con piezas de motocicletas o fabricándolas ellos mismos para hacer una bicicleta más resistente a las condiciones del terreno. Además, muchos entusiastas de aquel momento consideraban inadmisible la idea de subir en camioneta y preferían hacerlo por sus propios medios. Gary Fisher fue uno de los precursores de esta idea y se las ingenió para adaptar engranajes a su bicicleta que le permitían subir pedaleando aquellas colinas. De esta forma se lograba una independencia total de las máquinas contaminantes y ruidosas, pudiendo así practicar su deporte con tranquilidad por aquellas colinas de California. Básicamente estos fueron los inicios del mountain bike, aunque algunos sostienen que hubo por estos años un desarrollo paralelo de este deporte en Europa.
Gracias a la gran versatilidad que proporciona la bicicleta de montaña, hay distintas formas de practicar este deporte. A saber:
Cross Country: es la modalidad más practicada. Consiste en fijar un recorrido de un punto a otro más o menos distante por caminos todo terreno que además tengan cierta dificultad técnica (pendientes, descensos, cruces de cañadas, ríos) Esta variedad de paisaje hace del cross country el estilo preferido de los amantes de la aventura. Se puede tener referencia del cross también en las competencias tipo Eco Challenge, donde el MTB es parte importante de la serie de actividades que llevan a cabo los competidores.
Otra opción del cross country es la de recorrer un circuito en el que el comienzo es el mismo que el fin, por varias vueltas. Esta modalidad es la que se ve en las competencias de la especialidad.
Descenso (downhill): consiste en bajar por una pendiente todo terreno lo más rápido posible. Esta modalidad es considerada como la más extrema y arriesgada de todas. Este estilo es muy popular en los países donde hay altas montañas, principalmente donde se encuentren estaciones de esquí. En verano cuando la nieve se termina, comienza la diversión de los bikers. Las bicicletas específicas para el descenso tienen como característica especial el poseer doble suspensión delantera y trasera, frenos de disco, como también un cuadro extremadamente resistente y cubiertas más anchas que las de cross para una estabilidad y agarre extra.
AIRE participó de la inauguración de una nueva pista de 100 kilómetros de largo, construida a mano por un grupo de neocelandeses en Chile. Aquí presentamos sus diferentes tramos, principalmente descensos a altísima velocidad. El MTB también se practica en el cerro Catedral, en Chapelco y en el cerro Bayo, por ejemplo. –