“Llegamos a Bariloche en un Citröen con el baúl cargado de libros con la idea de venderlos. Ese fue nuestro comienzo, después se transformó en esta historia”. Con esa imagen, Delia y Roberto Cottet resumen el inicio de Librería Cultura, su emprendimiento que cumplió 40 años y que basa su éxito en el servicio personalizado y la permanente actualización.
Texto: Revista AIRE
Fotos @Clari Bustinduy
Nacieron en Buenos Aires y se radicaron definitivamente en Bariloche en el año 1978, aunque desde 1969 Roberto Cottet viajaba designado por la editorial Planeta y Oriente para realizar el trabajo de venta domiciliaria de libros, puerta a puerta, una costumbre que ya desapareció. Hace 54 años le mandó una carta a Delia, su esposa en la que le decía “acá vamos a vivir”. “Una carta premonitoria”, recuerdan.
“Cultura” comenzó a funcionar un 24 de diciembre de 1982, en un pequeño local de Bariloche. “Recuerdo que ese día abrimos mientras terminábamos de acomodar los libros en los estantes, algunos los poníamos abiertos porque no teníamos tantos y había que llenar los estantes. Todavía nos acordamos los nombres de las primeras personas que vinieron a comprar, que llegaron con la expectativa de ver de qué se trataba”, relatan. Es que siempre pusieron de relieve la atención al cliente.
Desde el año 2009 la librería está ubicada en la esquina de San Martín y Libertad, en el centro de la ciudad, en un espacio amplio, renovado y con un diseño moderno y acogedor. De hecho, el artista Pablo Bernasconi diseñó un árbol muy especial dentro del local, colorido protagonista del salón (la realización la hizo la artista local Viviana Dziewa), que está ubicado en el rincón que invita a los más pequeños a disfrutar de la literatura. Delia recuerda que “Pablo quiso obsequiarnos su trabajo con una sola consigna: que regaláramos sus libros a todas las escuelas estatales de Bariloche, pedido que cumplimos y ahora están en todas las bibliotecas de las escuelas de la ciudad”.
– ¿En qué bases sustenta la librería su servicio de atención al cliente?
Roberto: -Es un servicio de brazos abiertos. Nuestro objetivo es que la gente progrese y, en ese sentido, los libros ayudan. Por ejemplo, quienes vienen de la Comarca Andina cuentan con ejemplares orientados a la horticultura y la vida del campo; de igual manera ofrecemos diversidad de textos a la comunidad científica de Bariloche. Cultura tiene la misma antigüedad que INVAP y muchísimos libros de su biblioteca fueron adquiridos aquí.
Delia:– Siempre encaramos el servicio al cliente en función de dar la mejor atención. Tanto en nuestros inicios como cuando comenzamos a incorporar personal siempre priorizamos la atención al público, el buen recibimiento, el asesoramiento calificado. Quiero destacar a todo nuestro personal a quienes estamos muy agradecidos. Por otro lado, históricamente nos diferenciamos porque vendíamos al precio que marca la editorial y eso se notó. Actualmente, fijamos en conjunto con los demás libreros un costo adicional mínimo destinado a compensar la inversión del flete.
-¿De dónde procede la mayor parte de sus clientes?
Roberto:– La riqueza más grande de nuestra librería es la gente, tanto la de Bariloche como de la provincia de Río Negro y del país, porque tenemos clientes de distintos lugares y también del exterior, fundamentalmente de Chile ya que, en ese sentido, nuestro país cuenta con mayor diversidad de libros. De hecho, hoy en día Argentina edita el 80% de los ejemplares que circulan incluyendo libros de editoriales extranjeras que eligen editar acá por una cuestión de abaratamiento de costos.
Delia:– Si bien trabajamos muy bien con el turismo en temporadas altas, la librería se mantuvo siempre con el público local y de la zona como El Bolsón, Lago Puelo o Villa La Angostura. Siempre estuvimos enfocados a abastecer y a estar al servicio del habitante de la región ofreciendo envíos a domicilio e incorporamos el servicio de venta por whatsapp para agilizar los pedidos.
Roberto:-Otro tema importante es la actualización. Hemos participado casi en tantas Ferias del Libro como nuestros años en el comercio. Es fundamental que el librero se actualice y eso se hace posible a través de las jornadas profesionales y la asistencia a charlas de la Feria Internacional del Libro. Es la forma de estar en contacto con las editoriales, con las novedades, con ejemplares que, a veces, sólo se consiguen allí.
Ganadores del Premio Nacional Pregonero en 2011 otorgado por la Cámara Argentina del Libro por su tarea en la difusión de la literatura infanto juvenil, la librería destaca por su espacio especialmente dedicado a los más chicos. “La literatura infanto juvenil en formato papel se está recuperando en todo el mundo por sobre lo digital. Nos quedamos con la frase de Humberto Eco: el libro electrónico no sustituirá a los libros en papel”, afirma Roberto.
Delia: -Algo que siempre tratamos de hacer es que las escuelas tengan acceso a la librería, muchas veces vienen los docentes con sus alumnos. Así muchos chicos tienen acceso al universo de los libros, sobre todo muchos que quizás en forma particular nunca entraron a una librería ya que no todos tienen esa posibilidad.
-Además de la venta de libros, Cultura se destaca por convocar a autores para presentar sus libros o firmar ejemplares para sus lectores. ¿Recuerdan alguno en especial?
Delia: -Recordamos especialmente a Eduardo Sacheri, que llegó a Bariloche para dar una charla pocos días después de que recuperáramos la conectividad aérea después de la erupción del volcán Caulle-Puyehue (2011). Ese viaje fue fue una odisea! Pero resultó ser uno de los eventos de mayor convocatoria.
Las charlas convocaron siempre mucha gente. De hecho, en nuestra “pared roja” se pueden apreciar la firma de muchos que pasaron por la librería. La primera fue la de Francis Mallmann pero también estuvieron Liniers, Ludovica Squirru, Facundo Manes, Sandra Russo, Tomás Bulat y Alejandro Fabbri, entre otros.
-¿Qué perspectivas tienen para la librería?
Roberto:– Estos “dos chicos” llevamos más de 54 años de trabajo, así que lo mejor que nos podría llegar a pasar es que haya una continuación de gente de la cultura que siga los pasos de esta librería. De lo que no nos podemos olvidar es de todo lo que le pudimos dar a la gente. Siempre vuelvo a la cuestión del servicio: buena atención, la escucha y la importancia que le damos al cliente.
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