FOTO FRANCISCO BEDESCHI
El Martín Pescador es un ave de pequeño tamaño y aspecto compacto, que se caracteriza por poseer uno de los más vistosos plumajes de nuestra fauna. Dominan en su librea los colores azules y verdosos (brillantes y metálicos) en las regiones dorsales y los anaranjados en las ventrales. En la cabeza del ave —que parece desproporcionadamente grande para su tamaño— llama la atención un larguísimo y cónico pico de color negro. La garganta es blanca, al igual que una llamativa mancha en los laterales del cuello, que se prolonga hacia el ojo en una banda anaranjada (dibujo 1). Las patas de este coraciforme son muy cortas —al igual que la cola— y lucen un intenso color rojizo. El dimorfismo sexual no es muy evidente y se limita a la tonalidad de la parte inferior del pico, negra en el macho y anaranjada en la hembra. Los jóvenes son semejantes a los adultos, aunque con una coloración verde turquesa en lugar de azul; las patas son, asimismo, más oscuras. Cuando vuela también resulta inconfundible, pues se desplaza a gran velocidad y poca altura (normalmente emitiendo su característico reclamo) mediante un frenético batir de alas.
Aunque se muestra como una especie fundamentalmente ictiófaga, este coracifome captura gran variedad de presas, como larvas y adultos de insectos acuáticos, renacuajos, anfibios adultos, crustáceos y moluscos. Localiza a sus presas desde un posadero despejado y elevado sobre la superficie del agua y se lanza en picado para capturarlas con su fuerte y afilado pico. De nuevo en el posadero, el ave remata a la presa con unos contundentes golpes antes de ingerirla.