Fotos de Esau García
La Sociedad Filarmónica de Villa La Angostura es una organización sin fines de lucro que promueve la cultura musical a través de múltiples actividades. También desarrolla un proyecto de luthería social. Su director es el maestro Matías Vivot, quien además dirige el Ensamble Sinfónico, el Coro de Cámara y la Camerata de Villa La Angostura. “La música es el arte más abstracto, más profundo. Y quien entra en su mundo se vuelve más sensible a la belleza. Eso lo convierte inevitablemente en mejor persona”, señala Vivot.
La Sociedad Filarmónica de Villa la Angostura nació gracias a la motivación de distintos vecinos de la localidad por desarrollar la cultura musical y crear un ciclo de conciertos que pudiera mantenerse en el tiempo. El proyecto creció rápidamente y hoy apadrina a la Camerata Villa la Angostura y el Coro de Cámara de Villa La Angostura. El maestro Matías Vivot es el director de la Sociedad Filarmónica y dirige actualmente el Ensamble Sinfónico, Coro de Cámara y la Camerata de Villa la Angostura.
¿Cómo nació este proyecto?
– La Sociedad Filarmónica de Villa la Angostura comenzó en 2015. La primera actividad fue conseguir docentes para a la Academia de Música de la Camerata. Se hizo entonces un convenio con diversas organizaciones para que vinieran músicos de diversas orquestas de Alemania a nuestro pueblo, a trabajar durante un año en la educación musical de casi ochenta alumnos. El convenio fue primero por dos músicos y actualmente es por cuatro. Luego de eso comenzaron el ciclo de conciertos y los seminarios internacionales.
¿Cuáles son los objetivos la Sociedad Filarmónica?
– Apostamos al desarrollo de la cultura musical. Para esto se ha puesto en funcionamiento un ciclo de conciertos estable que funciona durante todo el año y provee a la localidad de al menos un concierto por mes de primer nivel. Más allá de eso, la Sociedad Filarmónica colabora con las actividades musicales y educativas locales, como por ejemplo la Camerata Villa la Angostura, o la propia Academia de la Camerata, que es una escuela de música con orientación orquestal de fuerte compromiso social. Lo hace organizando clases magistrales de importantes músicos argentinos, chilenos y europeos, consiguiendo fondos, apoyos, instrumentos y materiales.
¿Qué actividades organiza regularmente la Sociedad Filarmónica?
-Es imposible no destacar tres eventos que se realizan todos los años y que son atractivos turísticos y culturales hoy propios de nuestra localidad: el Encuentro de Trompetas con Fernando Ciancio, músico del Teatro del Colón; el Encuentro de Flautas y el Seminario Internacional de Dirección, el cual es dictado por el maestro español Ignacio García Vidal.
¿Cuáles son las presentaciones más destacadas de la agenda 2018?
– Sin duda, el ciclo de conciertos cada vez es más nutrido. En marzo tendremos el segundo Seminario Internacional de Dirección, en el que directores de diversos países trabajarán con el Ensamble Sinfónico de Villa la Angostura, las Sinfonías N° 5 de Franz Schubert y la N° 44 de Franz Joseph Haydn.
¿Dónde se realizan las actividades organizadas por la Sociedad Filarmónica?
– La Camerata Villa la Angostura, Academia Camerata y Ensamble Sinfónico de Villa la Angostura funcionan en el marco del Instituto Superior de Arte de VLA, proyecto de la Asociación BPW-Argentina. Una asociación que nos ha abierto las puertas de su “casa” y su corazón y ha posibilitado crear todo lo que día a día creamos.
¿Cómo surge el proyecto de luthería social?
– Al principio surgió de la necesidad de tener violines para los pibes y dado que no contamos con apoyo gubernamental, nos decidimos a hacerlos. Dos luthiers de Buenos Aires vinieron con maderas y herramientas y nos guiaron para que cada niño con sus padres pudiera fabricar un total de veinte violines. Luego seguimos investigando, aprendimos más y, así de inquietos, comenzamos a reparar, poner a punto y fabricar otros instrumentos. Hoy hacemos nuestros propios barnices con lacas de la India, aceites de lavanda, lino, trementina, alcohol, sangre de dragón y componentes que son difíciles hasta de imaginar. Surgió desde la necesidad y hoy es una fortaleza de nuestro proyecto.
¿Cómo promueven la iniciación de niños y jóvenes en el mundo de la música?
– La Academia Camerata permite a niños desde los cinco años aprender gratuitamente un instrumento musical, de la mano de brillantes músicos de Europa, e integrarse rápidamente a una orquesta. Tenemos un fuerte compromiso con la integración social, respetando a los alumnos y a la música… Nuestro camino es aprender a jugar seriamente, con alegría y disciplina, algo tan hermoso como es hacer música.
¿Qué cambia en la vida de los niños y jóvenes acercarse a la música?
-La música es el arte más abstracto, más profundo. Y quien entra en su mundo se vuelve más sensible a la belleza. Eso lo convierte inevitablemente en mejor persona.
¿En qué aspectos quieren que siga creciendo este proyecto?
– La Sociedad Filarmónica de Villa la Angostura es un grupo hermoso de personas que aportan incansable y desinteresadamente su tiempo y fuerza para crear cosas. El ciclo de conciertos del año pasado incluyó, por ejemplo, la primera sinfonía entera tocada en la historia de nuestro pueblo. Pero ese no es el objetivo: no se trata de hacer cosas grandilocuentes, magnánimas. Se trata de hacer cosas importantes, que cada niño y adulto que venga a los conciertos aprenda un instrumento, fabrique un instrumento, pueda respirar el aire de la música. En ese terreno es donde queremos crecer. Lo que se ve desde afuera, por más lindo que parezca, es sólo un efecto secundario de la sonrisa de ese niño o de esa niña.
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