Desde el comienzo de la temporada estival en los parques nacionales de la Patagonia andina se produjeron incidentes de diversa gravedad debido a la falta de recaudos por parte de algunos caminantes a la hora de planificar sus excursiones en la montaña.
Por esta razón se recuerda que existen reglas básicas para realizar caminatas en zonas agrestes, más allá del grado de dificultad de cada senda y de la capacidad física y experiencia de los caminantes.
La más importante de las recomendaciones es respetar el registro gratuito y obligatorio tanto antes de iniciar la travesía como al finalizarla. Este trámite, que se realiza en las Oficinas de Informes, permite conocer datos fundamentales para la seguridad de los senderistas. Es imprescindible conocer esta información para poder implementar los mecanismos de seguridad, auxilio y rescate ante cualquier emergencia.
Otro aspecto positivo del registro obligatorio es la posibilidad de acceder a información de último momento sobre el estado de las sendas, el clima y las condiciones generales del espacio natural por el que se va a transitar. Esta oportunidad de consultar con los agentes nacionales de conservación de la APN, quienes están familiarizados con el entorno, permite evaluar el panorama y tomar las mejores decisiones en cada caso.
Los agentes encargados del manejo de los registros están comunicados de manera permanente con las frecuencias de radio que utilizan los guardaparques y brigadistas de las bases operativas, estableciendo una red de enlace inmediato que permite conectarse con lugares alejados que no cuentan con señal para teléfonos celulares.
Además de los mapas informativos que se proveen a los senderistas registrados para disminuir las posibilidades de desorientación y eventuales extravíos, todas las sendas tienen carteles y señales para evitar que los caminantes exploren alternativas o desvíos improvisados para continuar con la caminata.
Es también muy importante informarse acerca del grado de dificultad que presenta cada senda que se quiere recorrer. La categorización de los senderos se establece en cada temporada mediante un estudio realizado por técnicos en sendas y guardaparques, teniendo en cuenta parámetros internacionales para desarrollar este tipo de actividad (longitud total, desniveles y pendientes del terreno, obstáculos, tipo de suelo, orientación, presencia de animales, fuentes de agua potable, etc.).
Todas las caminatas deben ser planificadas y es recomendable hacerlas en compañía de alguien, con indumentaria y equipos adecuados. También se debe tener en cuenta el pronóstico del clima, que suele ser cambiante. Las indicaciones especiales ante cada alerta del Servicio Meteorológico Nacional pueden ocasionar el cierre de senderos en las áreas boscosas, ya que la caída de árboles y ramas son frecuentes debido a los fuertes vientos y precipitaciones.
Si bien cada Parque Nacional de la Patagonia andina tiene sus particularidades para la práctica del senderismo, suele tratarse de lugares que pueden cambiar sus condiciones de accesibilidad debido al clima inestable de las zonas de montaña; que incluso influyen al momento de organizar un operativo de búsqueda y rescate.
Una pequeña lesión o malestar corporal, que en el ámbito urbano puede resolverse rápidamente en un centro de salud cercano, en las zonas agrestes se transforma en un serio problema que requiere de una logística especial para ser solucionado. En este sentido, resulta fundamental colaborar siguiendo las indicaciones disponibles en cada centro de registro, así como en la modalidad digital que ofrecen los Parques Nacionales Nahuel Huapi y Lanín en sus sitios web oficiales.