SABINA, EL MEJOR MENÚ :: Neuquén, Argentina

POR GUILLERMO KEMPIN

Veinte mil devotos de la Virgen de los Vientos se reunieron en Neuquén el jueves 11 de febrero para participar del concierto de Joaquín Sabina. A las 22:15 la melodía de Lili Marlene, desgranada por el acordeón de Josémi, se fue transformando en la introducción de Tiramisú de Limón para dar inicio a la fiesta. En más de dos horas de música sin baches y con un sonido impecable, Sabina descargó su antología de amores y desamores, con alguna ventaja para los segundos.

Medias Negras, Por el boulevard de los Sueños Rotos, Llueve sobre mojado, Una canción para Magdalena, Peces de ciudad, Calle Melancolía, 19 días y 500 noches, Princesa, Y nos dieron las diez, La del Pirata cojo, Noche de bodas. Canciones viejas, nuevas y fresquísimas como Embustera, Viudita de Clicqot, Cristales de Bohemia.

Las últimas forman parte de su último disco, Vinagre y rosas, como se denomina esta larga gira que comenzó el 17 de noviembre de 2009 en Zaragoza, continuó por España para saltar el charco y llegar a Argentina recorriendo las Américas: Chile, Uruguay, Perú, Colombia, Costa Rica, Puerto Rico, República Dominicana, Ecuador y México. El “tour” retorna a España para terminar en Tenerife el 23 de octubre de 2010.

Con una dicción perfecta y memoria envidiable, Sabina ofreció un espectáculo guionado al milímetro. Con actitud actoral cantó y recitó poemas que por sí mismos bien valían la noche. Un menú degustación multitudinario.

Con una banda que sabe jugarse la boca, el espectáculo ganó con las canciones interpretadas por García de Diego y Pancho Varona. Mara Barros aprovechó de sobremanera su momento de solista con dos versiones de distinto estilo, demostrando su prestigio de gran estrella de comedia musical ganado en España. Notable en Como un dolor de muelas y Sin embargo te quiero, donde lució su ADN andaluz.
A las 12 de la noche, el estadio completo le recordó al de bombín y pantalón a rayas que no había más remedio que cumplir los 50+11. Luego de dos bises que dejaron a todo el mundo con sed llegó el colorín colorado. Y como poco tiempo dura la vida eterna, llegó el final con una sesión de puro rock & roll que dejó a los devotos ladrando a las puertas del cielo. –

La banda
Antonio García de Diego (guitarra, teclados, percusión)
Pancho Varona (bajo, guitarrón mariachi)
Jaime Azúa (guitarra eléctrica)
Mara Barros (coros y presencia indispensable)
Pedro Barceló (batería y percusión)
Josémi (saxo tenor, clarinete, acordeón)

Palabra de Sabina
“Hay mucha gente que cree que las canciones son un género menor.
Pero tan menor, que viajan tan rápido en trenes, barcos y aviones, que hacen un milagro. Por eso logran que uno, a tantos kilómetros de su casa, en la Patagonia, se sienta tan comprendido”.

VINAGRE Y ROSAS
Disco nuevo, que ya es hora
de echarle un pulso a la aurora,
De que le toquen las musas
el culo a las semifusas,
de que aceleren los trenes
derrapando en los arcenes
de las curvas peligrosas.
Por eso… Vinagre y Rosas.

Gira nueva, ya me toca
disfrutar del boca a boca,
volver a la carretera,
darle cuerda a tus caderas,
mancillar el escenario
con el verbo estrafalario
de cien rimas caprichosas.
Por eso… Vinagre y Rosas.

Video nuevo en la mochila,
habrá que cargar las pilas,
desempolvar las guitarras,
disfrazarse de macarra,
procurar que las canciones,
sean un libro de oraciones
a la virgen milagrosa.
Por eso… Vinagre y Rosas.

Catorce emociones nuevas
que brotan de higos a brevas,
urge calarse el bombín,
releer a Benjamín,
sacudirse la tristeza,
trasnochar con los Pereza,
poner pies en polvorosa.
Por eso, Vinagre y Rosas.

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