FOTOS ELISEO MICIU NICOLAEVICI
El SPEED RIDING es es arte de esquiar por los aires. La idea es formidable: con el paracaídas y un par de esquíes cortos habrá que deslizarse desde lo más alto de una montaña, volando al ras de la superficie. Bellísimo, espectacular y peligroso.
El Speed Riding es un nuevo deporte extremo que combina esquí, vuelo, caída libre y velocidad, especial para esquiadores y parapentistas, acostumbrados a codearse bien cerca de los límites. Es una disciplina que permite experimentar sensaciones parecidas a las de volar con la ayuda de una campana y esquíes. Se trata de una actividad, en definitiva, que busca los extremos (los del deporte y los del deportista) que se realiza fuera de pista, en montañas con grandes pendientes, con equipo de free ride y una campana especialmente confeccionada para practicar speed riding, similar a un parapente, pero de reacción más rápida y ágil, particularidades que se deben a su superficie (no demasiado grande) que oscila entre los 10 y los 14 metros cuadrados. De esta manera es posible alcanzar sitios imposibles para un simple par de esquíes, combinando el placer de esquiar, precisamente, con la sublime energía que producen el vértigo y la velocidad de volar.
Este deporte en pleno desarrollo y crecimiento fue “inventado” por un piloto de pruebas de paracaídas llamado Francois Bon , que adaptó el paracaídas para que fuera más maniobrable y ligero. Y la idea es formidable: con el paracaídas y un par de esquíes cortos habrá que deslizarse desde lo más alto de una montaña, volando al ras de la superficie. Bellísimo, espectacular y peligroso. –