Un sitio con pasado y presente :: Correntoso Lake & River Hotel

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El hotel Correntoso despliega una magnífica actualidad, llena de extraordinarios servicios y pródiga en comodidades, atenciones, sabores y posibilidades. Pero su estilo tiene que ver con su propia historia: es porque fue. Todo comenzó cuando el pionero Primo Capraro levantó una precaria cabaña bien cerca de la desembocadura del río Correntoso y del Lago Nahuel Huapí. Los primeros visitantes llegaron en 1924. No se fueron jamás.

El hotel Correntoso, en pleno corazón del Parque Nacional Nahuel Huapi, está ubicado en un lugar privilegiado, casi único, justo en la desembocadura del río homónimo. Las habitaciones miran hacia él; también al Gran Lago. Cuenta, además, con una mezcla que sólo el tiempo produce: la combinación exacta de tradición y modernidad. Es verdad que no hay ninguna chance de regresar al pasado. Pero la historia existe y se sigue contando. Internet convive con la vieja foto sepia del pionero Primo Capraro, quien cuando no había nada y todo era absolutamente complicado y difícil, decidió construir en el lugar una cabaña allí, en la actual ubicación, que sin embargo conceptualmente no era el mismo. El río, el lago y los Andes sí son exactos. Están idénticos a sí mismos. Casi un siglo no significa casi nada para la eternidad. Hoy el Correntoso Lake & River Hotel, que forma parte de la cadena hotelera Small Luxury Hotels of the World, ofrece 49 habitaciones y suites, todas cualitativamente impecables, muchas de ellas hasta con terrazas privadas. La gerente se llama Cristina Taubenschlag.
De aquella época queda el espíritu, inquebrantable, que supone desarrollar ideas complicadas. La cabaña original levantada por Capraro (uno de los pioneros de la zona y de Bariloche en particular) se transformó en un pequeño hotel en 1924, año en el que recibió los primeros visitantes. La naturaleza era generosa, como hoy, lo que permitía realizar distintas actividades de acuerdo a las épocas y las estaciones, desde la pesca en lancha, en verano, hasta el esquí en el cerro Dormilón en invierno. La fama, selectiva, lo transformó en un sitio que alcanzó los límites de la elite, hasta que se vendió en la década del 70.
El Correntoso, hoy, de muchas maneras es igual, más allá de las innovaciones arquitectónicas o tecnológicas. Pero diferente. Mejor, si se acepta la idea de utilizar adjetivos que eluden los tiempos. Responde a las épocas. Desde las mesas de su restaurante, es posible disfrutar de pequeños manjares mientras el paisaje entra y se mezcla por todas partes.
Su sala de estar, cálida y delicada, no sólo ofrece muchas de las mejores vistas que se puedan obtener de la Patagonia andina desde el interior de algun lugar: tiene una biblioteca especializada en la Patagonia que es inigualable.
El hotel no deja librado nada al azar: los sabores de la Patagonia, como los libros, son también únicos. Los aromas perduran, se eternizan, ascienden a firmamentos desconocidos. El Herbal Hamman & Spa del hotel, además, se ha convertido en un ámbito ideal para lograr la relajación total: las terapias con hierbas, vapor y agua logran maravillas absolutas, que se complementan con masajes y tratamientos a base de productos naturales
El Correntoso, independientemente de las cuestiones que se relacionan directamente con la actividad hotelera, ofrece servicios que tienen como punto de partida, precisamente, al hotel. Desde allí se pueden realizar recorridos históricos por la zona, lo que permite disfrutar del paisaje montañoso de la mejor manera posible, contingencia que incluye la opción de realizar distintas travesías náuticas. El lugar, perfecto, se ha convertido en una alternativa para concretar encuentros de trabajo. Hay en el Correntoso dos restaurantes: el Restaurant Gourmet, que mira hacia el Nahuel Huapi, y Restaurant Patagónico, que se ubica en el puerto del hotel. También tiene un wine bar y un fishing bar, este último sobre la costa.
El hotel Correntoso también propone una serie de variantes para disfrutar a pleno de la naturaleza. Las actividades están al alcance de la mano, siempre con la guía y el consejo de expertos en la materia, e incluyen desde la posibilidad de pescar con mosca hasta practicar mountain bike, pasando por el trekking, las cabalgatas, el canopy o el kayakismo. Las salidas náuticas zarpan desde Puerto Correntoso y la navegación supone recorrer rincones bellísimos del Nahuel Huapi, como los brazos Ultima Esperanza, Rincón y Machete (las “flotadas” por el río Limay son también una posibilidad)
A partir de septiembre, los amantes de la pesca con mosca son “atraídos” por una musa misteriosa que habita en la desembocadura del río Correntoso. Desde el hotel hay programas especiales, todos encabezados por guías profesionales, para satisfacer las necesidades y los requerimientos de cada huésped. Y si se trata del invierno, las opciones cambian, aunque mantienen su calidad e intensidad: esquí en el Cerro Bayo, por ejemplo, snowboard, cabalgatas en la nieve o trekking son algunas de las variantes.
El Correntoso es desde siempre un clásico de calidad inevitable. Así fue y así será. –

Hotel Correntoso
Parque Nacional Nahuel Huapi
Villa La Angostura – Neuquén
Tel. Buenos Aires: (+54 11) 48030030
Tel. Villa La Angostura: (+54 92944) 619728
info@correntoso.com

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