“Debemos sustentarnos en la calidad de nuestros vinos” :: La palabra de Alberto Arizu (h)
POR ANABELLA ALCUAZ
Alberto Arizu (h) no sólo es director comercial de la Bodega Luigi Bosca. Desde abril de este año es el presidente de Wines of Argentina (WofA), institución conformada por más de 200 bodegas, y que tiene como tarea fundamental promocionar los vinos argentinos en el exterior. Aquí sus puntos de vista respecto a una tarea para la que fue elegido por unanimidad.
¿Cuáles son las estrategias de Wines of Argentina para comunicar al mundo nuestros vinos?
– Argentina viene trabajando desde hace tiempo en mostrar la diversidad climática y regional, sus altitudes y latitudes. También la diversidad cultural que presenta nuestro país y que nos hace verdaderamente auténticos, con atributos diferenciales respecto a nuestros principales competidores en el mundo. Argentina tiene una mezcla de “Viejo Mundo” y “Nuevo Mundo”, que ha sido muy rica en términos de estrategia promocional. Tenemos los valores, cultura y experiencia del Viejo Mundo y además contamos con la dinámica, el mensaje claro y las ventajas del Nuevo Mundo. También hemos contado con una variedad única y prácticamente sin competencia en el mundo, como ha sido la variedad Malbec que significó, en términos comerciales, un auténtico valor, una puerta de entrada significativa a la experiencia de los consumidores con los vinos argentinos. El Malbec ha sido un eje estratégico de gran importancia que permitió a los vinos argentinos una entrada contundente a los mercados del mundo. Hoy queremos, además de seguir con ese eje estratégico Malbec, que resulta de vital importancia para nuestro país junto al Torrontés (nuestra variedad blanca emblemática) profundizar acerca del concepto de diversidad, que implica tanto elementos racionales como la variedad de suelos, climas y su impacto en los vinos, como elementos emocionales que incluyen nuestra diversidad cultural, nuestro arte, nuestra música, entre otros aspectos, que también suponen importantes valores de comunicación.
¿Cuáles son los valores diferenciales que hacen que en la, actualidad nuestros vinos sean tan trendy en el mercado mundial?
– La ventaja de nuestra variedad Malbec es que genera vinos elegantes, fáciles de beber y muy sensuales. Tiene una diversidad impresionante, ya que a lo largo del corredor vitivinícola argentino encontramos Malbec de altura, de climas fríos o más cálidos, de Norte a Sur, y con la impronta continental que no tienen nuestros vecinos, es decir sin influencia oceánica. Esto no nos hace mejores pero sí distintos. Estos vinos bebibles, de buen color, de buena presencia de taninos, aunque redondos y elegantes, son variables que tienen llegada en cualquier consumidor de cualquier mercado y, sumados a nuestra historia y cultura, han hecho un paquete atractivo que con una estrategia inteligente de comunicación nos ha dado un posicionamiento significativo en un relativo corto tiempo, pese que aún hay mucho trabajo por delante.
Impulsamos al Malbec y Torrontés como cepas emblemáticas. Sin embargo, la gran diversidad de regiones, climas, suelos, sumados a la tecnología y pericia de primer nivel, hacen que haya cepas internacionales plasmadas en grandes vinos, más allá del Malbec. ¿Qué posibilidades de expandir los mercados para estas variedades advierte en el futuro?
– Estoy convencido que Argentina puede mostrar y comunicar su diversidad no sólo climática y de suelo sino también su cultura e historia, y no por eso perder lo que hemos construido con nuestro Malbec y Torrontés. Sin dudas, es un momento de repensar nuestra comunicación y abarcar más valores y atributos, que nos den el rédito a futuro. Es un desafío. Argentina tiene un alto standard de calidad en todas las variedades que produce, pero debemos ser consecuentes con esto. Hay que trabajar intensamente hacia adentro, en aumentar nuestra “oferta” exportable en otras variedades que han dado gran calidad pero que aún no tienen dimensión para abrir mercados.
¿Cuál es el plan de marketing y la estrategia de posicionamiento de nuestros vinos para los próximos 10 años?
– Buena pregunta. Sin embargo considero que la dinámica del mundo actual no nos permite trabajar ni pensar en escenarios de tan largo plazo. El mundo cambia a una velocidad inédita, ingresa y a su vez sale de crisis de manera intempestiva y esto, sin dudas, afecta el comportamiento de los consumidores, cambia las costumbres en los mercados y en nuestra propia situación interna. Hoy tenemos obstáculos como la inflación o el tipo de cambio, que no teníamos hace 5 o 6 años, cuando padecimos una de las peores crisis económicas de la historia. Todas estas variables impactan sobre las inversiones y eso genera cambios en la conformación de un cluster como el vitivinícola. Sin embargo en nuestra estrategia hay objetivos de corto, mediano y largo alcance.
Hace unos años atrás Estados Unidos era un mercado que se presentaba como una gran oportunidad y lo trabajamos con contundencia; sin embargo en 2008 se generó allí una de las peores catástrofes financieras de la modernidad. Y aun así Argentina encontró oportunidades, las aprovechó y fue nuestro mercado más exitoso, en el cual conseguimos los mejores réditos, superando en nuestras exportaciones a un sólido Chile que tenía un lugar de privilegio en ese mercado. Hoy vemos con esos ojos, a los países del BRIC, comenzando con Brasil, un mercado importantísimo y natural para la Argentina, a China o Rusia, entre otras naciones.
¿Cómo percibe la sustentabilidad a futuro de los vinos argentinos en el mundo? ¿Qué otras regiones del Nuevo Mundo podrían identificarse como competidores a la hora de dar batalla y ganar destinos de exportación?
– Debemos sustentarnos en la calidad de nuestros vinos. Podemos tener la mejor estrategia de comunicación pero si no se sustenta en la calidad, no tenemos chance. No veo nuevos países, sino que muchos se están reconvirtiendo y alcanzando una dinámica que tiene más de la experiencia del Nuevo Mundo que del Viejo. España ha tenido una gran transformación en ese sentido.
El cuidado del medio ambiente y en particular la preocupación por reducir las emisiones de dióxido de carbono es una realidad en muchos mercados. ¿Cuál es la postura al respecto Wines of Argentina, la institución que preside?
– Somos muy consientes de eso aunque no está en la agenda de Wines of Argentina, ya que nuestra misión es la promoción y estrategia de la marca Argentina en el mundo. Pero sí, a su vez, cada miembro de nuestra institución participa en otras entidades donde la cuestión está en la agenda, aunque creo particularmente que debemos prestar más atención. Argentina es un país grande y nuestros puertos de salida están a distancias considerables de nuestras zonas de producción. Pueden ser temas delicados a futuro en un mundo altamente competitivo, donde hay que apelar a todos los atributos y ventajas para ganar la elección de los consumidores. –