Al fútbol lo inventaron los ingleses y Lionel Messi lo juega mejor que nadie. La analogía y la lógica permiten advertir que el Malbec se originó en Burdeos, Francia, pero los mejores malbecs del mundo se producen en Argentina, donde la variedad alcanza su máxima calidad y expresión.
POR ANABELLA ALCUAZ
Nuestra cepa insigne, el Malbec, juega un rol protagónico en la escena vitícola mundial.
Versátil y con identidad propia, el Malbec atrae al consumidor internacional. Fue tapa de la edición de diciembre 2011 de la revista americana especializada en vinos Wine Spectator. Los que estamos en el mundo del vino no podemos evitar llenarnos de orgullo al leer los puntajes que le asigna la publicación a nuestros malbecs. Y si somos patagónicos ni les cuento: el máximo puntaje, 96 puntos, fue para Noemía 2009. Le siguieron dos mendocinos: Viña Cobos Corte Único 2008 (94 puntos) y Alta Vista Alto 09 (93).
Tanta estelaridad no sucedió de la noche a la mañana ni de casualidad. Hay una larga historia para contar y muchos enólogos, ingenieros agrónomos e inversionistas que creyeron y apostaron al Malbec cuando nadie se fijaba en él. Originario de la región de Burdeos en Francia, no fue profeta en su tierra. Hoy es el principal componente de los “vinos negros” de Cahors en el sudoeste galo, donde se lo conoce como “Cot”. Sin embargo, es en la Argentina donde esta variedad alcanza su máxima expresión y calidad. Demuestra gran plasticidad para adaptarse a distintas alturas, suelos y regiones de nuestro país como Mendoza, Salta y la Patagonia, entre otros sitios.
Sobrevivió a la crisis de mediados del Siglo XX, época en que muchos de nuestros productores prefirieron replantar sus viñedos con cepas más productivas. Comenzó a ganar popularidad casi a fines de los ´90 como resultado de la gran inversión en tecnología de punta que renovó muchas bodegas nacionales y atrajo inversiones y conocimiento de países europeos. Allá por el año 2000, los consumidores americanos todavía necesitaban una explicación geográfica sobre su origen. Creían que Argentina y Chile eran lados opuestos de un mismo país.
De acuerdo a los datos aportados por Caucasia Wine Thinking, una empresa especializada en datos de exportaciones argentinas, en el 2002 el Malbec representaba el 15% del volumen de nuestras exportaciones de vino a Estados Unidos; en el 2010 representó el 60%. Esto demuestra que nuestro Malbec está consagrado y ya no se discute su notoriedad.
El 17 de abril de 2011 se celebró por primera vez el Día Mundial del Malbec argentino, auspiciado por la entidad Wines of Argentina. Entre las actividades de celebración hubo degustaciones en distintas partes del mundo, festivales musicales y hasta molienda. Enólogos canadienses, australianos y del Reino Unido recibieron uva mendocina a 0° para elaborar sus versiones de Malbec, que después de 12 meses serán catados y evaluados.
¿Y cómo sigue la historia? ¿Será el torrontés, como muchos especialistas aseguran, el próximo “malbec”?. ¡Salud!.■