Fotos gentileza Grupo Freixenet
Finca Ferrer es la bodega del Grupo Freixenet en Mendoza. A través de la comunión de calidad y excelencia, produce vinos tranquilos y espumosos al pie de la Cordillera de los Andes con todas las virtudes del joven terroir argentino.
El Grupo Freixenet posee 23 bodegas en las regiones vitivinícolas más prestigiosas del mundo: Penedès (España), Champagne (Francia), Sonoma (Estados Unidos) y Querétaro (México), entre otras. En 2003 desembarcó en Argentina con Bodega Finca Ferrer en Gualtallary en Tupungato, en el Valle de Uco, provincia de Mendoza.
La bodega se ubica a 1300 msnm al pie de la Cordillera de los Andes, entre los volcanes Tupungato y Tupungatito. El terroir presenta un suelo arenoso, rocoso e inorgánico con base calcárea donde el Malbec, Syrah, Pinot Noir, Tempranillo, Chardonnay y Torrontés -los varietales implantados- encuentran su mejor expresión, brindando aromas y sabores plenos. Con un drenaje excepcional y la ayuda de los característicos vientos, la planta se mantiene sana y potente desde su concepción.
Gracias al esmerado trabajo en el viñedo y en la bodega, los vinos de Finca Ferrer expresan su singularidad en cada una de las líneas de su portfolio: Viento Sur, Acordeón, Finca Ferrer, Doscumbres -ícono de la casa- junto a sus singles vineyard 1310 Pinot Noir block a1 y Chardonnay block c2. En espumosos también hace su camino con los Vivace Dolce y Rosé con base de Moscatel y X by Freixenet Extra Brut, Demi Sec y Dulce y P. Ferrer Bosch, los nuevos espumosos de la bodega elaborados con el método tradicional.
En el espíritu de Finca Ferrer confluye el encuentro de dos mundos, que juntos son el equilibrio perfecto entre lo tradicional y lo contemporáneo, el aprendizaje y los nuevos desafíos y la experiencia de un linaje europeo dedicado al vino y las virtudes de las tierras jóvenes de Argentina.
LOS ORÍGENES DE FREIXENET
Surgió de la unión de dos familias españolas con una larga tradición en la elaboración del vino: la familia Ferrer y la familia Sala. Ésta última, que poseía tierras en Sant Sadurní d’Anoia, fundó una empresa que llevaba su nombre y que exportaba vino a varios países del continente americano desde mediados del siglo XIX. Cuando Dolores Sala Vivé, la nieta del fundador, se casó con Pedro Ferrer Bosch, establecieron los cimientos de Freixenet, una marca creada en los primeros años del siglo XX. Desde sus inicios la vocación internacional impulsó a la empresa a emprender una ruta de exportación con gran éxito. En la actualidad, Freixenet es una empresa referente mundial en la elaboración de vinos espumosos según el método tradicional.