La mirada crítica | SANTIAGO BOU GRASSO

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POR MARÍA EUGENIA DE CICCO

Santiago Bou Grasso es director de cortos de animación y lleva cosechados con “El Empleo” (2D) y “Padre” (stop motion) más de doscientos premios en los festivales de cine más importantes del mundo, incluso, con su último trabajo fue preseleccionado para los premios Oscars 2015. A través de sus cortos toma una postura frente a los dilemas morales del mundo en que vivimos.

Santiago es diseñador en comunicación visual recibido en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y se dedicó de lleno a la ilustración, dibujo y animación, trabajando en sus inicios en distintos estudios en producciones nacionales e internacionales como “El Arca”, “Nocturna”, “Condor Crux” y “Gisaku”, entre otros.

El compromiso social y la reflexión con el mundo que nos rodea -o nos golpea- se sienten a flor de piel en los cortos de Santiago. “El Empleo” nos habla del “hombre lobo del hombre”, de la cosificación del sujeto, de su lugar pequeño dentro del gigante entramado del capitalismo. Por su parte, “Padre” aborda la última dictadura cívico militar argentina, desde una perspectiva distinta: el rol de la clase media que prefirió mirar para otro lado el drama de los desaparecidos.

¿Cuáles son las etapas de un corto de animación?
Varían según la técnica, pero tenemos preproducción, producción y postproducción. En preproducción se hace todo lo que tiene que ver el diseño, llevarlo de lo abstracto a lo concreto. Ahí se empieza por la idea, el guión, el story board, que es llevarlo a dibujos para ver los planos, después el animatic, que es hacer eso llevado al tiempo, y en paralelo se va haciendo el diseño del personaje. Teniendo el guión, sabiendo cómo es el personaje, uno empieza con los inspiracionales, que es donde libremente se va jugando con el personaje, cómo se va a ver, qué colores tiene y lo mismo para el ambiente. Ahí ya estás pensando en qué técnica lo vas a hacer. Una vez que tenés todo, arrancás con la producción. En el caso del stop motion, a veces la preproducción abarca lo que es confeccionar todo, entonces sería más pre rodaje que preproducción, y es donde se hacen los muñecos, las estructuras, una vez que los tenés diseñados se arman las escenografías, se pintan. Y luego empezás a filmar, ponés la cámara y sacás las fotos animando. Una vez que se termina de captar todo empieza la postproducción, tomar todas las imágenes capturadas y hacer efectos, retoques, reencuadre, todo lo que tenga que ver con el acabado final. Ahí también se hace el sonido, la mezcla del sonido, el foley, que es todo el sonido de ruiditos, viene el montaje y luego el laboratorio, donde se retoca color, se empatan tomas si hay diferencia de temperaturas y ahí sacás las copias en distintos formatos.

¿Cómo es el trabajo de animación en un estudio?
Es muy fordiano, muy de monocinta y, aunque si bien interviene mucho el arte de dibujar, cada uno tiene una jerarquía. Cada uno hace una parte del trabajo, donde el animador es el más creativo y luego quien hace clean up o entintador, que calca prolijamente cada dibujo. Hay etapas en las que es muy maquinal. Esta idea pegó mucho en el guión de “El Empleo”. En ese momento, con Patricio(1) estábamos trabajando en un estudio de animación en La Plata, él trajo la idea, me gustó mucho y comenzamos.

¿Cuál fue precisamente la intención con “El Empleo”?
Lo importante era hacer un corto por gente que estuviera trabajando profesionalmente y que baje línea, que plantee una postura, porque generalmente cuando hay buenas intenciones no hay buen manejo de las técnicas. Queríamos hacer un corto argentino que marque un precedente, algo que no se hubiera hecho hasta el momento y que no tuviera que ver con algo infantil. Lo hicimos con mucho de tozudez, no pensando que iba a llegar a alguna parte, era hacerlo nada más, después tomó un impulso que ni esperábamos.

Llegó todo el reconocimiento de golpe
Cuando ganó en el Festival de Cine de Mar del Plata nos cayó la ficha. Al acercarnos un poco a los festivales pudimos conocer lo que se estaba viendo en cortos y nos dimos cuenta que “El Empleo” estaba a la altura de competir, aunque no lo habíamos pensado así. Y a nivel internacional cuando ganó en Annecy(2) el corto explotó, porque es lo más alto que podés apuntar en animación y a los dos días empezaron a caer invitaciones a cuanto festival había dando vueltas. Eso ayudó mucho a que el corto se autodistribuya.

¿Cómo funcionan los festivales?
Los festivales tienen una fecha de inscripción, se manda el corto, el programador del festival elige qué cortos quedan y cuáles no. A veces dentro de un mismo festival hay distintas categorías: competición, fuera de competición. El festival convoca a un jurado y éste elige. Muchos festivales directamente te llaman porque quieren tener tu corto programado. De todos modos, los festivales están organizados por gente que hace festivales y no cine. Entonces, aunque no siempre, el criterio de selección no es artístico y tiene que ver con que “es bueno porque ya se vio”, porque recibió muchos premios, el director es conocido o es conocido de tal.

¿Qué pasó después del boom de El Empleo”?
Se hizo una gran expectativa. A nivel internacional, dentro de lo que es el pequeñísimo mundo de la animación, el corto tuvo mucha pegada. Incluso cuando surgió la posibilidad de coproducir en el nuevo corto, tal como se hizo con “Padre”, la idea era que hiciéramos “El Empleo 2”. Haber hecho algo así hubiera sido muy pobre, no hubiera salido naturalmente y sería haber especulado con el éxito.

No quisiste quedarte dentro de un mismo tema o estilo.
El tema del estilo es algo que me ha generado más que una discusión, porque para mí el estilo es una limitación. Es muy importante que la estética esté en función de reforzar la idea, no en función de lo que sé hacer. Después sí hay cosas que pertenecen al lenguaje como realizador: el manejo del tiempo y los encuadres, dónde poner la cámara tiene mucho que ver con cómo uno ve y qué quiere contar.

¿“Padre” tuvo una génesis similar a “El Empleo”?
En realidad fue casi por oposición. “Padre” fue un corto pensado más fríamente, para poder hacerlo con pocos recursos, un solo personaje, una sola casa. Fue un gran aprendizaje, otra técnica, otra estética, nuevos materiales, absolutamente diferente. Además, para mí era muy necesario hablar de la dictadura con animación y desde una perspectiva totalmente diferente.

¿Qué peso tiene el cine de animación cómo género?
Varía según el país. Francia está en una muy buena situación en cuanto al apoyo que tiene, con una estructura mucho más montada, con instituciones que enseñan muy bien. Canadá tiene una de las productoras más grandes del mundo que te da apoyo y libertad para trabajar. En Europa, la animación tiene un público enorme, desde los chicos sobre todo. En Argentina el INCAA(3) está en vías de brindar un apoyo concreto y se encarga de mandar los cortos a los festivales. En México hay un apoyo enorme, pero no envía los cortos a los festivales y se queda con los derechos del corto. Chile es parecido a México aunque más dificultoso y en el resto de Latinoamérica casi directamente no hay cine de animación.

¿Cuál es tu próximo proyecto?
Hay muchos. El tema es elegir uno que sea factible y lo más importante de todo, poder conseguir el dinero para hacerlo. Es una super decisión encarar algo que va a llevarme más de dos años hacer, toda la maquinaria se vuelve muy pesada, hay que poner el rumbo con toda la seguridad. Si el corto que viene lo puedo hacer en cualquier lugar y surge alguna productora afuera, que de hecho ya hay interesadas, quizás me voy del país. En este momento siento que tengo por un lado la rienda de la vida y por el otro la rienda de la carrera, la idea es disfrutar de las dos.

www.vimeo.com/opusbou

MINI DICCIONARIO:
STOP MOTION: técnica de animación que consiste en capturar con fotografías cada movimiento secuencial de un objeto estático tridimensional creando la sensación de movimiento al unir cada cuadro.
2D: técnica de animación que se caracteriza por ser ilustrada a mano fotograma por fotograma, donde personajes y escenarios poseen dos dimensiones y la sensación de profundidad de logra a través del manejo del color y perspectiva.

(1) Patricio Plaza, co director de “El Empleo”. Es animador, ilustrador e historietista
(2) El Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy (Francia) es el más importante del mundo en su género.
(3) Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, su función es fomentar y promover la actividad cinematográfica argentina dentro y fuera del país.

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