Museo del Juguete: un feliz viaje al pasado

El Museo del Juguete, ubicado en el centro de El Calafate, convoca miles de turistas y es una de las visitas imperdibles si viajás a esta ciudad de la Patagonia. Una colección de 15.000 piezas que resumen la historia de los juguetes desde el año 1870 hasta 1970.

Textos: Revista AIRE
Fotos gentileza Museo Argentino del Juguete

 

El Calafate, la tierra de los glaciares, ofrece diversidad de actividades y algunas sorpresas que transportan a un pasado de juegos y fantasías. Como descubrir el Museo Argentino del Juguete, un edificio de 1300 metros cuadrados cubiertos construido especialmente para albergar cien años de historia.

A primera vista, un impecable Mercury rojo del ’68 ubicado en la entrada del museo impacta a los visitantes. Se trata del auto en el que llegó de vacaciones a El Calafate Pascual Scardaccione, en el año 1995.

Diez años después, cuando Pascual supo que estaba en camino su primer hijo, Vito, a su colección de cámaras fotográficas le sumó una gran cantidad de juguetes y objetos de la infancia que fue adquiriendo en el país y en el exterior. Tantos que decidió junto a su esposa, Karina Sáenz, reunirlos y exhibirlos en un museo.

Una muestra permanente en el centro de El Calafate. Muchos de sus objetos figuran en catálogos internacionales.

Otros diez años le tomó a Karina, -hoy Directora Creativa del Museo Argentino del Juguete-, catalogar cada una de las 15.000 piezas que habían comprado. En ese tiempo, compraron un edificio y con el asesoramiento de una museóloga diseñaron cada una de las las coloridas salas que lo componen: Los más antiguos; Juguetes de madera, plástico y cosmética infantil; Juguetes Matarazzo y juegos de mesa; Vehículos de todas partes del mundo; Muñecas, álbumes de figuritas, carnaval y literatura infantil; Robots y juguetes espaciales, por nombrar solamente algunas.

Muchas de las piezas de este museo son de incalculable valor y rareza lo que generó el interés por visitarlo de coleccionistas, museólogos y especialistas en juguetes antiguos. Y. sin dudas, la emoción y la alegría surge de los recorridos de abuelos y padres que pueden mostrarle a los más chicos aquellos juguetes con los que transitaron la infancia.

El recorrido está dividido en salas de distintos colores y cada una refleja una temática y/o una época.

 

Las inmensas vitrinas exhiben muchos juguetes en sus cajas originales herméticamente cerradas, lo que incrementa su valor para los coleccionistas. En la sala amarilla, por ejemplo, se encuentran los más antiguos con piezas valiosísimas como una figura de cerámica de EE UU que data de 1870, cohetes que se hacían con descarte de armamento de la Segunda Guerra Mundial (no existía el plástico), la colección de juguetes alemanes Lehmann y los “teatrinos” italianos del 1900, todos tienen gran carga histórica para las personas y para la época.

En diálogo con Revista AIRE Karina Sáenz, Directora Creativa del Museo, relató que la mayoría de los objetos fueron adquiridos por Pascual, aunque hubo algunas donaciones muy especiales como la de una familia que se mudaba de El Calafate y una nena se acercó para comentarle que tenía una muñeca que era de su abuela y temía que se fuera a perder, “yo no la voy a poder cuidar y no hay mejor cosa que se quede acá”, le explicó emocionada.

Hay juguetes exhibidos que son prácticamente únicos, por ejemplo, en la sala del año 1900 hay un bellísimo libro que se llama el Gran Circo internacional que se despliega en ocho partes que, segú nos relató Karina, sólo hay uno en el MoMA en Nueva York.

Las vitrinas miden 4 mts de alto x 2 de altura y están herméticamente cerradas. Una vez al año se procede a la limpieza.

 

El Museo Argentino del Juguete recibe turismo de todas partes del mundo gracias a su privilegiada ubicación en el centro de El Calafate, una ciudad que recibe miles de visitantes en temporada. Los primeros años el lugar circulaba de boca en boca como una particular sorpresa para recorrer en la Patagonia y, con el tiempo, se trasformó en un referente para los nostálgicos de todas las edades, una visita que nadie quiere perderse.

Es probable que se trate de uno de los pocos espacios en el mundo con una colección tan grande y variada. En Italia existe un museo muy importante de muñecos pero sólo exhibe marionetas. En el caso de éste, no solamente posee juguetes antiguos sino que se puede apreciar hasta la publicidad que se hacía, como bocetos originales de revistas; o antiguos muñecos de hojalata a cuerda; libros y fotografías; o los famosos Peny Toys (así llamados porque literalmente se vendían a un penique entre los años 1895 y 1914) y hasta una sala íntegramente dedicada a la escuela argentina y ambientada con el mobiliario original de la época (la sala 1930).

El museo tiene 1.300 metros cuadrados cubiertos y conserva objetos que datan de 1870 a 1970.

 

La visita llega a su fin y le consultamos a su Directora Creativa por qué es tan especial una visita al Museo del Juguete. Con emoción nos contó que es un viaje al pasado de la niñez que despierta recuerdos y sensaciones en la gente porque se trata de una etapa de la que nadie se quiere ir.

“Es un regocijo para el alma. A mí me hace bien estar ahí y creo que a la gente también porque lo escribe en los libros de visita, nos ponen cosas lindas, nos felicitan…  el museo es emoción, son 100 años de historia del mundo reflejada en juguetes y en la infancia que es la etapa que debería ser más hermosa para todos los chicos y, para todos, es la etapa más pura. De la que no te querés ir”, concluye.

 

Siempre es bueno recordar momentos que marcaron una generación.

 

Museo del Juguete

Dirección: Av Libertador 975 -El Calafate (provincia de Santa Cruz)

Whatsapp: +54 9 2966 459544

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