POR ANGELES SMART
“La pintura está muerta, ya lo sabemos, la mataron en los ´60. Por eso sigo pintando”, afirmó alguna vez. Aurelio García tiene argumentos e ideas para sostener la sentencia. Un artista rebelde. Y con causa.
Andy Guarjol, ora pro nobis. San De La Vega, en pop confío. Arte contemporáneo, que Dios te ampare”. Si bien recopiladas en fuentes apócrifas y heterodoxas, podríamos imaginar que estas son las letanías que reza Aurelio García antes de pintar sus cuadros. Tal vez también se persigne e inmediatamente después consulte su horóscopo. Para ver cómo está el mundo y de paso los planetas. Algunas veces, las menos, lanzará una ristra de maldiciones contra unos cuantos; contra unos cuantos cortesanos, contra unos cuantos arribistas. Y sí… en la viña del arte contemporáneo hay lugar para todos. Pero menos averigua Dios y perdona.
Acto seguido, agua bendita y estampitas en mano, Aurelio García, empieza su día y su camino. Y afirma: “La pintura está muerta, ya lo sabemos, la mataron en los ´60. Por eso sigo pintando”. Rebelde con causa podríamos pensar. También por eso lo suyo es el pop, parte de él, se nutre de él y mira a través de él. Nos cuenta dos de esos acontecimientos que marcan la historia, y en este caso la suya: uno al principio de los ´90, en un viaje que hizo a La Paz, Bolivia, en una gigantesca iglesia del barroco colonial vio una figura de San Francisco con una corona fluorescente de neón encendida: “ÓEsto es barroco y pop a la vez!”. Más adelante: en el Museo Histórico Provincial de Rosario una imagen de la Trinidad donde se lo repite a Cristo tres veces: “ÓAndy Warhol!”. Y así parecen explicarse por lo menos cuatro de los muchos elementos que, presentes en su obra, a veces nos desconciertan y descolocan. El barroco, lo religioso, la política y el pop, todo yuxtapuesto y conviviendo, todo analizado y desmenuzado. Exprimidas y agotadas sus potencialidades semánticas y sintácticas, aparecen una y otra vez, en una obra y en otra, en un período y en otro, en los más de veinte años de producción y creación.
Cursó la carrera de Bellas Artes en la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario. Redondeó su formación en los talleres de los artistas Juan Pablo Renzi, Emilio Torti y Pablo Suárez. Sus obras integran diferentes colecciones públicas y privadas en Argentina, España, Francia e Inglaterra. Estudiadas y cuidadas son el producto de la lógica y el concepto: “La imagen la transcribo tal cual a la pintura respetando escrupulosamente su materialidad gráfica, no es ni collage ni impresión. Un cuadro pintado tiene otra potencia visual, tiene la irreproductibilidad que no tienen otros géneros. Pinto con tiralíneas y no con pinceles, uso acrílico artístico. No interpreto las imágenes, sólo tienen un paso por lo tecnológico”.
La política lo atraviesa transversalmente, tanto la latinoamericana como la argentina. Reflexiona sobre los componentes religiosos que sostuvieron los movimientos de masas y afirma que el mecanismo de la izquierda es también un mecanismo religioso. Dice que no le interesa cuestionar lo obvio sino cosas más profundas: el comunismo, el peronismo, Evita y su pelea con la injusticia (“y pensar que si hubiese querido se podría haber dedicado sólo a llenarse de joyas…”). Analiza cómo el Che es hoy una más de las mercancías y cómo el Falcon verde una de las imágenes de lo siniestro. Así en “Rock” (acrílico, 83 x 120 cm., 2009) vemos en primer plano un Ford Falcon, que con sus ruedas terminando en tentáculos de pulpo, recibe los rayos que despide la circunferencia con las estrellas de rock que ocupan el centro de la composición. Clara y simétricamente dividida en dos partes por una línea horizontal, la parte superior en distintas tonalidades de azul y turquesa, con los rayos en rosa, se transmuta hacia la parte inferior en distintos valores de verde. Con algo de psicodelia, la obra nos remite a una época paradigmática donde la resistencia cultural encontraba, de la mano de una banda como La Máquina de Hacer Pájaros (con un jovencísimo Charly García) y el hermetismo de sus letras, una posibilidad de expresión y denuncia.
La explícita ironía de “La última gota” (acrílico, 130 x 120 centímetros, 2010) no deja lugar a dudas: Aurelio García siente un irresistible impulso por la confrontación ¦ El arte contemporáneo, nos advierte, también tiene sus divinidades, sus nuevos popes, sus fanáticos y sigue dando letra y letra y más letra. En el centro resplandeciendo como un sol, rodeado de rojos, naranjas y amarillos, el famoso mingitorio de Marcel Duchamp se ofrece generosamente a la adoración idolátrica de dos niños piadosos. “Me gustan los iconos reconocibles “ cuenta- las imágenes populares, las efigies oficiales, las de los manuales escolares, de los misales y libros religiosos, de diarios y revistas”. Esta iconografía, que hoy copia y calca con meticulosa aplicación aparece, simbolizando, una y otra vez en casi toda su obra. En diálogo con la historia del arte “La lección de anatomía” (acrílico, 100 x 130, 2009) también nos contextúa en la problemática contemporánea: el cuerpo/cadáver de la obra de arte (esbozando el perfil del ya citado Duchamp) se ofrece como víctima ante un grupo de siniestros personajes-antropófagos (o necrofílicos), que nos remiten también a los oscuros pasillos de la industria de la salud.
Los colores altos y saturados que dan vitalidad y energía a todas sus obras pueden apreciarse especialmente en “Todavía nos arde” (acrílico, 150 x 100 centímetros, 2009), un homenaje a aquellos maestros que participaron del Tucumán Arde, y en “El fantasma del Doctor Casullo” (acrílico, 100 x 130, 2009) donde los perfiles de Eva y Perón parecerían ser sólo una excusa para retratar la belleza de los pájaros carpinteros y de un cielo y una luna resplandecientes de azules, verdes y colores tierra. Es especialmente en esta obra donde el talante inquieto y ríspido de Aurelio García parece haberse, momentáneamente, pacificado. Casi una seda. Tal vez sea la influencia de su entorno: la naturaleza, los vecinos y el Lago Gutiérrez.
Pero no. Seguramente fue una ilusión óptica, o un lapsus. O una tregua. Un momento en que recuperó energías y se lanzó nuevamente a lo suyo: a la crítica, al humor, al análisis, a la ironía. A una pintura que no sólo es testigo de lo que acontece, sino que lo vive en la urgencia y la efervescencia, en la creación y la provocación. Todo escenificado y coreografiado con el brillo y el glamour de las mejores épocas. Estén advertidos y prevenidos: sigue suelto el pelirrojo (llamativamente natural) francotirador de la Argentina austral. –
Exposiciones individuales
– Vida artificial. Espacioarte Aeropuertos Argentina 2000 y macro (Museo de Arte Contemporáneo de Rosario) Aeropuerto de Bariloche, 2010.
– Hare Christmas (Yeah!) Sala Frey, Centro Cívico, Bariloche, Argentina, 2010.
– Aglutinante. Sala Juan Trillas del Teatro El Círculo, Rosario, Argentina, 2009.
– Fiestas Oculares: Sala de Arte SOSUNC, Neuquén, Argentina. 2008.
– Fantasía de colores II (Elogio del Ojo, Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (macro), 2007.
– Fantasía de Colores, Casa de la Cultura de El Bolsón, Río Negro, 2006.
– Pentecostés In The Sky With Diamonds. Mural en Capilla María Madre de la Iglesia, Neuquén, 2004.
– Santoral Ideológico. Galería Signes Arte. Barcelona, España. 2004.
– Vidas Ejemplares. Galería Valle Ortí. Valencia, España. 2003.
– “Revelation Revolution” Contemporánea Centro de Arte. Granada, España. 2002.
– Aurelio García. Galería Valle Ortí. Valencia, España. 2002.
– Aurelio García. Pintura”. Fundación Federico J. Klemm, Buenos Aires, Argentina, 2001.
– Beato Panfleto. Bis, Galería de Arte. Rosario. 2001.
– Otras Américas. Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco de Buenos Aires, 1996.
INFO
Aurelio García (Rosario, 1964) Cursó la carrera de Bellas Artes en la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario. Completó su Formación en los talleres de los artistas Juan Pablo Renzi, Emilio Torti y Pablo Suárez. Nunca solicitó ni obtuvo becas o subsidios de ninguna clase.
DISTINCIONES:
– Primer Premio Salón de Artes Visuales de Bariloche III Edición. 2008.
– Salón OSDE 2006. Mención Honorífica Región Patagónica “ Sección Pintura.
– Premio Artistas Rosarinos – LIV Salón Nacional de Rosario (Todas las disciplinas) Museo Castagnino. 2000
– Seleccionado para integrar la “Colección de Arte Contemporáneo de Rosario”. Museo Castagnino de Rosario, 2000.
– “Premio Leonardo al artista del año de la Joven Generación”. Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) y Canal á; Buenos Aires, 1998.
– Mención Honorífica en la VI Bienal de Arte Sacro. Buenos Aires. 1996.
– Primer Premio Sección Pintura. Salón Nacional de Artistas Plásticos de Rosario. 1994.
– Mención de Honor de Pintura en la Bienal de Arte “Ciudad Joven” en la Ciudad de Buenos Aires en 1993.