Un juego de sabores en siete pasos

Texto de María Eugenia De Cicco
Fotos de Diego Haspert

En cada plato de Butterfly hay una búsqueda de originalidad que no pierde de vista lo fundamental: el sabor y equilibrio. Su cocina de autor con influencias francesas y españolas brinda una experiencia de puro placer, con creaciones que enaltecen el producto y sorprenden con su estética.

Su propuesta es diferente, moderna y creativa pero esencial y primordialmente, sabrosa. Un juego de sorpresas que desafía al paladar a través de asociaciones novedosas y la nobleza de los productos patagónicos, en siete platos. “El restaurant no tiene carta, es totalmente libre. Como cocinero, eso me permite ir cambiando y utilizar distintos productos de estación. Sin embargo, nuestros platos tienen que ser políticamente correctos. No podemos generar esa controversia que algunos restaurants provocan donde el menú está muy escenificado. Nosotros hacemos cocina rica, asegura Andrés López, chef propietario de Butterfly. “En un menú de siete pasos lo fundamental es saber llevar un hilo conductor para que el comensal pueda disfrutar hasta el último plato”, asegura Carolina Guasco, esposa de Andrés y responsable del servicio. “El menú tiene una intelectualidad. Trato de salir de la corriente, juego con la irreverencia”, agrega el chef. Horas de lectura, cursos de formación y especialización en el extranjero, conocimiento de técnicas clásicas y modernas (sous vide, nitrógeno líquido), permiten lograr una cocina compleja y a la vez, simple.

La atención de Butterfly es formal pero cálida y personalizada, atenta a los detalles y pensada para mimar al visitante. El restaurant posee sólo siete mesas para crear un ambiente elegante e íntimo. Cada noche el salón se viste con manteles de puro algodón que se planchan en la mesa, cubiertos de plata y copas de cristal de Bohemia. Los comensales disfrutan, agradecen, ven los detalles. Vienen a buscar una experiencia, no una cena”, indica Carolina. La vista al lago Nahuel Huapi, tanto desde la terraza del restaurant como desde el salón, invita a disfrutar plenamente de la magia de los atardeceres mientras aparecen las primeras estrellas y los comensales se deleitan con la experiencia gastronómica de la casa.

El diseño del salón apunta a que el visitante respire y se sienta en la Patagonia con los pequeños detalles de sus materiales: las paredes de piedra, un hogar a leña y lámparas hechas con Moneda del Papa. Sobre una de sus paredes, una intervención de madera de ciprés viejo rasgado por el viento y unido con madera nueva, creación de Designo Patagonia, estudio de los diseñadores industriales Martín Sabattini y Manuel Rapoport.

La carta de vinos incluye etiquetas de las principales regiones vitícolas de Mendoza, San Juan, Neuquén y Río Negro, con añadas viejas, verdaderos tesoros. Tanto el Pinot Noir, como variedad emblema de la Patagonia y el Malbec, bandera insignia de los vinos argentinos, ocupan un lugar preponderante en la carta ya que maridan muy bien con la propuesta gastronómica. El restaurant ofrece una variedad de cócteles clásicos y bebidas espirituosas premium, para disfrutar antes o después del menú: Martini, Gin Tonic, Pisco Sour, ron, cognac y whiskies.

Butterfly trabaja únicamente con reservas de lunes a sábados a partir de las 19:45 horas.

Butterfly

Hua Huan 7831, Playa Bonita, Bariloche, provincia de Río Negro, Argentina

(0294) 4461441 / (0294) 154534999

contacto@butterflypatagonia.com.ar

www.butterflypatagonia.com.ar

Facebook: Butterfly Patagonia

Instagram: Butterfly Patagonia

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