Muy cerca del lago Nahuel Huapi, sobre la Avenida Bustillo en el kilómetro 7,5, se encuentra “Inefable: libros y café”. Un proyecto que surgió hace dos años entre dos parejas de amigos oriundas de Buenos Aires: Nacho Maschwitz y Pilar Vega, Francisco Álvarez y Nayla Veraldi, desde el deseo de tener un negocio propio. Un sueño que con mucho trabajo a puro corazón y pulmón se transformó en una realidad.
Texto: Cintia Soldatich
PH: @martincrosta @aire.life
Inefable
Que no puede ser dicho, explicado o descrito con palabras.
Cuando uno ingresa a “Inefable, libros y café”, se encuentra con una arquitectura diferente, una vieja hostería que se dividió en dos o incluso tres partes, con desniveles y escaleras que invitan a disfrutar diferentes ambientes. En este mismo espacio, a su vez, conviven: una galería de arte, un mercado de productos sustentables y de venta a granel, y el bar de cócteles “Lua Bar”. Hay una sinergia única que se siente en el ambiente. Se respira calma, acá no hay apuros, y se tiene la posibilidad de contemplar el Lago Nahuel Huapi desde los ventanales o en el deck, con una buena taza de café, o para los amantes de las bebidas frías, un frapuccino.
Tanto Pilar como Nayla son veganas, pero sus co-equipers, Nacho y Francisco, recién están incursionando en el vegetarianismo. Sin embargo, los cuatro tienen una visión muy clara sobre el impacto ambiental que produce el consumo de productos de origen animal y por eso se sienten en la misión de brindar a la ciudad de Bariloche una propuesta vegana y vegetariana de calidad.
Es que muchas veces, se tiende a considerar que la comida vegana no es rica, y honestamente, quien piense eso debe pasar por Inefable a probar algo de su exquisita pastelería vegana o también de sus picadas, o platos, que incluyen toda variedad de productos veggies como: picadas veggies, falafel, hamburguesas, tortas de chocolate, bombas de avellana y praliné y otras delicias a cargo de la chef Belén López y la pastelera Patricia Montalvo.
Francisco cuenta que siempre quisieron un espacio cultural. La idea de la librería fue de Nacho a quien define como “el lector del grupo”, y juntos empezaron a comprar lotes de libros usados y donaciones, ahora, ya consiguieran incluso comprar directamente a editoriales. Por el lado del arte, las muestras están a cargo de Pilar Vega, que también es artista plástica, y se encarga de mantener una interesante rotación de artistas cada 45 días. Por estas paredes ya han pasado reconocidos artistas locales como Moma Mozetich, Cris Rocha e Ingrid Roddick. Cada inauguración se inicia con una charla debate con los artistas y relatos de poesía dirigidos por la poetisa Lola Halfon. Y en cuando a lo musical, una tarde cualquiera uno se puede topar con un trío de cuerdas, de la Filarmónica de Río Negro.
Si estás por Bariloche, no podés dejar pasar este lugar mágico, frená a disfrutar un rico café, comer algo nuevo y sorprenderte, leer un libro, disfrutar del arte y por qué no soltar el tiempo y perderse en el movimiento del lago o en una de las obras de arte.