La calle Juramento se mueve a su entero capricho, siempre empeñada en desafiar toda simetría. Por la noche muestra su hemisferio lúdico. Las luces se encienden e íntimas muchedumbres la transitan con serena habitualidad. Allí, en la vereda de los números impares, se ubica Konna, una cervecería artesanal que ofrece variedades Porter, Indian o Kölsch como si se tratara del downtown de Manchester. Ángel Perticará cuenta qué es lo que hace y qué es lo que le gusta. Konna, el nombre que proviene de un sueño.