Las botas de lluvia que se producen a partir de desechos

En búsqueda de un producto ecológicamente sustentable Dominique Hollemart creó Caranca, la marca chilena que fabrica botas de lluvia sustentables realizadas con desechos de otras fábricas.

Textos: Revista AIRE
Fotos: gentileza Caranca

En un mundo donde cada vez más personas se preocupan por el lugar que habitan nace Caranca, un emprendimiento creado en Puerto Varas (Chile) a partir de la necesidad de contar con equipamiento de lluvia adecuado a la zona austral, donde las precipitaciones promedian los 3500 mm anuales. Así surge la primera marca de equipamiento sustentable que genera botas de agua fabricadas a partir de materiales reutilizados: goma EVA, caucho y poliéster.

Dominique Hollemart (39 años) es trabajadora social y se desempeñó como asesora de empresas ejecutando proyectos en ámbitos de sostenibilidad social. Ella fue quien, basada en la filosofía de la economía circular, desarrolló la idea de reutilizar el material de descarte de la misma industria para volver a meterlo en la cadena de producción convertido en calzado.

 

Diseñando y eligiendo materiales.

 “No se bota, se hace bota” es el slogan de la marca.

 

La producción se realiza en una fábrica de China (la misma donde se producen las botas Hunter), y se hacen cargo no solo de los desechos sino que, a su vez, utilizan packaging 100% reciclado, mientas siguen recorriendo el camino de la sostenibilidad en la producción mediante una alianza con Todos Reciclamos (una empresa de servicios de mitigación ambiental) quienes gestionan el doble del material generado por Caranca como manera de compensar el impacto medio ambiental”, explica Dominique en diálogo con Revista Aire.

Caranca vuelve a utilizar ese material evitando que terminen en vertederos o en la basura.

Dominique trabaja junto a su equipo conformado por Tomás Sills (Gerente General), Dolores Jáuregui (encargada de Comunicaciones) y Consuelo Arbuco (canales digitales y logística) con un modelo de negocios innovador en el que generaron alianzas estratégicas con otras empresas que prestan servicios a Caranca sin necesariamente abocar el 100% de su tiempo a ella y que están involucrados en el proceso desde el inicio hasta la post venta del producto.

Dominique Hollemart creadora de Caranca boots.

 

“Caranca se nutre de personas que trabajan en otros lugares y nutre a esas personas en sus otros trabajos. La invitación aquí es hacer otras cosas en la que estás beneficiándote tú y el planeta”.  Todos pueden participar también de la comercialización del producto porque participan en todas las instancias de la marca”. DH

En la actualidad poseen dos líneas: las botas Kids y las botas Chelsea que se fabrican desde el talle 36 al 41. Además, fabrican jardineras y chaquetas impermeables.

Las botas de lluvia Caranca se distribuyen en alrededor de 50 locales en Chile y también a través de la página web. Asimismo, se comercializan en Alemania, en un atienda de Berlín y están próximos a producir en Polonia.

Como proyecto a futuro se encuentra la fabricación de botas de agua para trabajadores de la industria acuícola y agrícola. En sintonía con el eje central de su producción, la economía circular, la marca apuesta a su próximo desafío: generar en 2024  un dispositivo que les permite hacerse cargo de los residuos que generan sus propias botas.

WEB/ IG

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