POR MARIA EUGENIA DE CICCO
FOTOS LUCRE FERRARA
Hidroflora es un joven emprendimiento en la ciudad de Bariloche que produce gran variedad de vegetales de hoja, plantas aromáticas y flores a través del sistema de cultivo hidropónico. Su producción es orgánica y está orientada al mercado gastronómico local.
El sistema de cultivo hidropónico no es nuevo aunque su utilización en el país es relativamente reciente y son pocos los emprendimientos que llevan adelante la producción con fines comerciales. Hidroponía Hidroflora es uno de ellos, un proyecto del matrimonio integrado por el ingeniero Diego Mingorance y la licenciada Silvina Beltrán. Ubicado en el Barrio Casa de Piedra, a 13 kilómetros del centro de Bariloche, este desarrollo productivo se encuentra en un entorno natural inigualable.
La principal característica del sistema hidropónico -y su diferencia sustancial con respecto a la agricultura tradicional- es la ausencia de tierra y la utilización del agua como elemento principal.
“En hidroponía hay varios sistemas. Nosotros utilizamos el método Nutrient Film Technique (NFT), el cual proporciona los nutrientes que necesita la planta para alimentarse a través de una película de agua que pasa por los caños de PVC de manera alternada. Durante unos minutos pasa el agua para que las plantas se hidraten y se alimenten y con el timer de forma automática se detiene la bomba para que las raíces respiren”, explica Diego. “La regulación en la frecuencia de irrigación tiene que ver con el clima del lugar y la temperatura que se forma dentro del invernadero. Seguramente nosotros regamos menos que en México porque allá tiene altas temperaturas y las plantas se deshidratan más rápido”, agrega.
Una de las ventajas más apreciadas de la hidroponía es la reducción en los tiempos de cultivo y cosecha, entre un 40 y 50 por ciento más rápido. “La diferencia entre el cultivo en tierra y el hidropónico es que en el agua vienen todos los nutrientes, la planta no realiza ningún esfuerzo, porque las raíces están en contacto permanente con el agua. De este modo, se puede aprovechar al máximo la genética de la planta. En cambio en un cultivo tradicional, los nutrientes están aportados únicamente por la tierra, los cuales con el tiempo se van consumiendo, por lo que la raíz tiene que buscar y hacer fuerza para encontrar los nutrientes. Incluso en lo que es sustrato inerte -otro sistema hidropónico- la raíz puede moverse donde quiera, porque se trata de un material poroso, traemos turba de Tierra del Fuego y perlita. Otro sistema posible es con lana de roca, similar a la espuma fenólica pero más fuerte, porque resiste plantas de mayor porte”, advierte Diego.
Por su parte, Silvina señala que con el sistema hidropónico las plantas crecen más grandes, sin deficiencias, sin manchas y además salen limpias por la ausencia de tierra que además reduce la aparición de bichos. “Cada planta tiene un mix de nutrientes específico si se quiere lograr el máximo rendimiento. Tenemos dos tanques especiales para tener mezclas distintas según se trate de flores u hojas”, agrega. “En el invernadero las plantas tienen todo servido, es como un spa”, concluye Diego. Los nutrientes utilizados son sales minerales ricas en fósforo y nitrógeno más un té de compost realizado con desechos de hojas del invernadero que circulan por los caños de PVC con agua proveniente del arroyo Casa de Piedra. “Cada tres días medimos el agua y agregamos jugo de limón para bajar el pH que tiene que estar alrededor de 6 para la plantas”, indica Diego.
Otra de las ventajas del sistema hidropónico es la reutilización del agua de riego. “Aprovechamos la fuerza de gravedad: los caños tienen una leve inclinación, el tanque de agua está por debajo del nivel de la tierra y todos los desagües de los caños convergen en él. El sistema se alimenta con la bomba a través de un sistema de mangueras para llevar el riego con los nutrientes a cada planta”, agrega.
Todas las semillas utilizadas por Hidroflora son orgánicas. Algunas provienen de un productor de la región, emprendimiento dedicado a la agricultura sustentable y otras se importan de España y Francia. “Se adapta mucho mejor una semilla de acá que una que viene de Europa, de cien semillas de la Comarca germinan 90 y de Europa, sólo 60 aproximadamente. Es todo por una adaptación de clima”, explica Silvina, quien no descuida detalle en el invernadero. “Queremos lograr tener nuestras propias semillas y con algunas plantas lo hemos logrado. Pero con otras cuesta más, por ejemplo la lechuga tarda dos años en semillar. Si tiene calor todo el tiempo no dará semillas, es necesario que tenga las estaciones marcadas, por eso la pasamos afuera a la tierra. La planta tiene su genética, por más que tengas invernadero hay plantas que tiene muy marcadas sus estaciones. La planta sabe, registra todo”, afirma. La temperatura es un factor importante para asegurar el correcto desarrollo de los cultivos. Durante el día se trata de no llegar a los 30 °C a través del uso de extractor y ventilación y por la noche no bajar de 12º.
OFERTA GOURMET
Hidroflora cultiva vegetales de hoja, aromáticas y flores y cuenta con un total de 4.500 plantas, aproximadamente. Su gran atractivo -y potencial- es la variedad y frescura que ofrece para el sector gastronómico local, donde la calidad, disponibilidad y diversidad de vegetales y hortalizas no son exactamente características del mercado actual. Los principales productos que trabajan son albahaca española y morada, mizuna verde y púrpura, keil, menta árabe, dill, berro, rúcula, acedera roja, tat-soi, pac-choi, acelgas con pencas de colores, tomate physalis, lechuga cremor, lechuga hoja de roble, repollo negro italiano, estragón ruso y francés, entre otras especialidades gourmet.
Desde el inicio del emprendimiento, la clientela de Hidroflora ha crecido entre hoteles, restaurants y particulares que adquieren semanalmente sus productos. “Cada restaurant u hotel quiere su producto, que ninguno se repita. Algunos compran hojas grandes otros baby, otros piden asiáticas, uno sólo compra dill, otros llevan únicamente berro. La mercadería llega limpia y se mantiene en perfectas condiciones una semana en la heladera. Tenemos entregas semanales a domicilio”, cuenta Silvina, quien explica que por una cuestión de espacio eligieron producir hojas y flores, dado que el cultivo en macetas con sustrato ocupa mayor superficie. “El año pasado probamos cultivar zanahorias de colores, pepino y remolacha y todo se da”, explica entusiasmada mientras señala otros “experimentos” en su “laboratorio verde”, entre ellos, azafrán y variedades de té.
Hidroflora ofrece el servicio de asesoramiento y puesta en marcha de sistemas hidropónicos de distinta escala. Los roles dentro del emprendimiento están bien definidos. Silvina se encarga de investigar todo lo que es tendencia en gastronomía, busca semillas orgánicas, realiza la siembra y rotación de cultivos. Además, hace un seguimiento de qué es lo que más sale, lo que más gusta y orienta al cliente acerca de cómo asociar los cultivos. “La rúcula necesita frío mientras que la albahaca necesita calor, lo mismo que los tomates y morrones. También es importante que haya aromáticas, para evitar la aparición de insectos”, explica.
Por su parte, Diego se ocupa del diseño y construcción de la infraestructura, puesta en marcha y mantenimiento de los sistemas. “Cuando vamos a ver a un potencial cliente, vamos los dos: yo miro la ventilación, cuánto da el sol, a qué hora, la humedad y la temperatura del lugar. En base a ello y a la dedicación que le podrá dar el cliente al sistema, lo asesoramos acerca de qué método es más conveniente, NFT, floating o macetas con sustrato”, asegura Diego.
El equipo de Hidroflora se completa con el trabajo que realizan en el invernadero Darío Williams, estudiante de la tecnicatura en vivero de la UNRN, quien se encarga de la siembra y rotación de cultivos y Carla Gagliardo, quien es aprendiz y se encarga de hacer los controles diarios. Ambos colaboran con Silvina a la hora de realizar la cosecha y armar los pedidos.
FUTURO VERDE
Dentro de los proyectos a corto y mediano plazo, se encuentran agrandar el invernadero, continuar con el servicio de asesoramiento y puesta en marcha y difundir la hidroponía. En este sentido, Hidroflora participará como expositor en el Festival Gastronómico “Bariloche a la Carta” a realizarse en octubre próximo, espacio en el cual mostrará dos sistemas, dos con vegetales de hoja y dos con flores. Diego y Silvina, además, contemplan la posibilidad de dictar cursos de capacitación y promover esta forma de cultivo verde y sustentable, siempre orientados a crecer en el mercado gastronómico local como referentes con más y nuevos productos para el sector.
Hidroponia Hidroflora al Bocuse d’Or
Hidroflora asesora en el cultivo de especies vegetales de la Patagonia al equipo que representará a la Argentina en el próximo Mundial de Cocina “Bocuse dOr”, encabezado por el chef Emiliano Schobert. Para ello, Marion y Nicolás -dos colegas de Diego y Silvina-, se encuentran trabajando en su invernadero hidropónico “Les Sourciers” en la ciudad de Fleurance, al sur de Francia, para producir allá las especies con las cuales Schobert participará en el Mundial que tendrá lugar en Lyon en enero de 2015.
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