TEXTO: MARÍA EUGENIA DE CICCO
FOTOS: FRANCISCO BEDESCHI
Recientemente reinaugurado, el hotel busca afianzarse en el segmento de turismo activo con atractivos circuitos de trekking y actividades de pesca deportiva, avistaje de aves y ciclismo. Los amantes de la naturaleza encontrarán allí un entorno único con una gran biodiversidad.
Según el perito Francisco Pascasio Moreno, el área que comprende el Parque Nacional Nahuel Huapi, “contiene la reunión más interesante de bellezas naturales” de la Patagonia. Resulta imposible no dar crédito a las palabras de quien ha recorrido cada rincón del sur argentino como pocos exploradores lo han hecho.
En el extremo occidental del brazo Blest del lago Nahuel Huapi, a sólo 25 kilómetros de Bariloche, existe un claro ejemplo de esta conjunción de paisajes soñados: el área de Puerto Blest. Allí se encuentran el río Frías con su extraordinario color aguamarina que desemboca en el lago Nahuel Huapi, mezclándose con sus aguas de intenso verde, casi esmeralda; la cascada Los Cántaros que baja con fuerza de la montaña; el cerro Tronador con sus blancos e imponentes glaciares, todo en el entorno de la Selva Valdiviana, un ecosistema único que alberga una gran biodiversidad. Estos atractivos y su ubicación, prácticamente por fuera de los circuitos tradicionales de turismo, convierten a este lugar en el destino ideal para aquellos que disfrutan de la naturaleza y buscan experimentar el lado solitario y casi salvaje de la Patagonia.
En el corazón de este “edén” se encuentra el nuevo Hotel Puerto Blest, único lugar donde es posible alojarse en decenas de kilómetros a la redonda. El establecimiento fue reinaugurado en diciembre de 2015, después de dos largos años de obra y seis sin recibir huéspedes. Fue edificado originalmente en 1909 y desde entonces albergó a viajeros de todo el mundo. La empresa Turisur -actual concesionaria- fue la responsable de su remodelación y puesta en valor, bajo la supervisión de la Administración de Parques Nacionales por tratarse de un sitio histórico.
El hotel cuenta con 15 modernas y confortables habitaciones, entre standard y suites, hechas “a nuevo”. Todas cuentan con vista al río Frías o al lago Nahuel Huapi. Su decoración es elegante y minimalista y predominan los colores claros y los tonos tierra. Como detalle distintivo, en las paredes de cada habitación hay una frase del perito Francisco Moreno, padre de nuestros Parques Nacionales. Es importante destacar que el hotel cuenta con una habitación adaptada para pasajeros con movilidad reducida, rampas de acceso y un ascensor. En ninguna habitación hay televisor pues la intención es desconectarse de la cotidianeidad: sólo vale “mirar” el paisaje. Únicamente en el play room del hotel hay TV con Directv. Una de las modificaciones más sustanciales fue la construcción de un nuevo piso superior con habitaciones más amplias y un área de spa, con un gran jacuzzi con vista a la bahía.
Las pequeñas ventanas de madera fueron reemplazadas por grandes ventanales en todo el edificio que permiten una gran luminosidad y vista panorámica a los alrededores. Los antiguos marcos del hotel se encuentran hoy exhibidos en la recepción, como testigos de otros tiempos. En las áreas comunes del hotel, hay gigantografías de antiguas fotos de Puerto Blest y algunos objetos de antaño, como una máquina de coser en uno de los pasillos de las habitaciones y una cocina a leña en la entrada al spa. Asimismo, la escalera principal de madera fue restaurada y recibe a los nuevos huéspedes tal como lo hacía un siglo atrás. Por tratarse de un hotel con sólo 15 habitaciones, se genera un ambiente relajado e íntimo donde es posible no sólo descansar sino también recibir una atención personalizada por parte de todo el staff.
Para incentivar la estadía en el hotel tras su reapertura, los residentes de Bariloche y Dina Huapi tendrán un 30 por ciento de descuento en todas las tarifas de alojamiento, la cual además incluye el traslado ida y vuelta en catamarán y media pensión en el restaurant. Dentro de las remodelaciones realizadas, además de contemplar las necesidades del huésped moderno, Turisur pensó también en el visitante que llega diariamente en la excursión lacustre, proporcionando un área para viandantes con mesas, sillas y baños y un amplio deck afuera de la cafetería.
LLEGAR HASTA PUERTO BLEST
Las vías de acceso a Puerto Blest son a través de la excursión lacustre en catamarán desde Puerto Pañuelo, a 25 kilómetros del centro de Bariloche o bien por tierra, desde Chile, a través del Paso Internacional Pérez Rosales. Generalmente, la primera opción es la más frecuente. La travesía se realiza por el lago Nahuel Huapi en los catamaranes Victoria Andina y Victoria del Lago, con una capacidad cercana a los trescientos pasajeros. Próximamente, Turisur incorporará una nueva y moderna embarcación llamada Gran Victoria para realizar el trayecto hasta Puerto Blest que tiene actualmente una hora y cuarto de duración.
La marcha es suave y permite admirar el paisaje. A medida que el catamarán se adentra en el brazo Blest, las laderas de las montañas muestran bosques frondosos y pueden divisarse playas tal vez nunca visitadas. El color del lago se vuele de un verde intenso. Desde la partida de Puerto Pañuelo, las gaviotas sobrevuelan el catamarán y se prestan al ritual de la tradicional postal que buscan los visitantes: capturar en una foto el momento exacto en el cual el ave toma una galletita de la mano.
Al pasar frente a la isla Centinela, donde se encuentran los restos del Perito Moreno, el catamarán disminuye su velocidad y toca tres bocinas en su honor.
Poco antes de llegar a destino, sobre la izquierda, se divisa el cerro Tronador, límite natural entre Argentina y Chile. El final del brazo Blest indica que hemos arribado. Sobre la bahía nos recibe una vista increíble del cerro Tres Hermanos y el verde de la selva valdiviana.
Éste es un ecosistema único en el mundo. Se trata de una selva fría, cargada de humedad producto de las intensas lluvias que llegan desde el Pacífico, donde crecen lianas, enredaderas y numerosos estratos de vegetación. En el área de Puerto Blest llueven 4000 milímetros anuales (es una de las zonas con más precipitaciones en el país). Con sol o con lluvia, el bosque tiene su encanto para los sentidos. En los días soleados los colores brillan y todo se vuelve una fiesta a la vista. En cambio, cuando es tiempo de lluvias, todo se vuelve más intenso, “la lluvia es al bosque lo que el agua es al whisky” -podría afirmar un conocedor de esta bebida-, ya que al despertar sus aromas mejor guardados se puede apreciar su complejidad.
SALIR A EXPLORAR
En el área de Puerto Blest, existen siete senderos autoguiados de baja dificultad, todos bien señalizados para permitir al caminante orientarse y recorrer distintos escenarios: la bahía, el bosque, la turbera, la cascada Los Cántaros y el lago Frías, entre otros. Asimismo, en las cercanías se encuentran otros cuatro circuitos de trekking más extensos y de mayor dificultad, para los cuales es necesario el acompañamiento de un guía de montaña. “El hotel apunta a captar a los pasajeros que hacen trekking. Se trabajó mucho en conjunto con el Club Andino Bariloche para mejorar los senderos cercanos a Puerto Blest y se continuará en la creación de nuevos circuitos en los alrededores del cerro Tronador”, asegura Marina Cheveleva, del área comercial de Turisur. Y es que dada su cercanía con el Tronador, Puerto Blest resulta una parada atractiva para quienes realizan el Paso de las Nubes y un punto obligado para quienes hacen el Cruce Andino. La primera de estas travesías de trekking une Pampa Linda, en la base del Tronador, con Puerto Frías, mientras que el Cruce Andino une Bariloche con Puerto Varas (Chile), combinando trekking y navegación por lagos de ambos países. “Para quienes realizan Paso de las Nubes es una alternativa para hacer una noche en Blest, descansar, conocer y luego seguir viaje, ya sea al volver a Bariloche o antes. Mientras que para el pasajero que hace el Cruce Andino, antes sólo tenía la opción de alojarse en la villa ecológica Peulla, del lado chileno, mientras que ahora pueden hacerlo también en Blest”, agrega Cheveleva.
Dentro del circuito de Puerto Blest se encuentra el lago Frías, paseo que puede sumarse a la excursión a Puerto Blest. La navegación se realiza en la flamante embarcación Victoria del Sur durante 20 minutos hasta arribar a Puerto Frías, próximo al límite con Chile. El particular color del lago Frías se debe a la presencia de diminutas partículas de roca volcánica provenientes del roce del glaciar Frías con las paredes del cerro Tronador. “Próximamente, tendremos una excursión totalmente renovada, con dos nuevos catamaranes, el hotel remodelado y el mejoramiento de los senderos autoguiados”, afirma Cheveleva.
Además de trekking, la zona también es especial para practicar pesca deportiva en distintas modalidades (fly cast, spinning o trolling), por ser un sector del lago Nahuel Huapi que es muy profundo y al mismo tiempo recibe pocos pescadores. Quienes hayan tenido un intenso día de actividad al aire libre pueden hacer un stop en busca de relax en el spa, sumergiéndose en el amplio jacuzzi mientras cae el atardecer en la bahía. Un escenario único que cambia de color a medida que el sol se va y en el cielo aparecen las primeras estrellas.
La jornada no estaría completa si no se reponen energías con una placentera cena. El restaurante del hotel cuenta con una carta que incluye distintas opciones de entrada, plato principal y postre con productos de la región, además de una sugerencia del día, menú infantil y una carta de vinos que incluye a las mejores bodegas del país. Mientras, los ventanales permiten seguir disfrutando del paisaje hasta la última luz del día. En la habitación espera el descanso reparador bajo un cielo de mil estrellas.
SERVICIOS DEL HOTEL
- Caja de seguridad en las habitaciones.
- Wi-fi.
- Televisión y juegos en playroom.
- Restaurante.
- Salones.
- Bar y cafetería.
- Organización de grupos y eventos.
- Amenities especiales para luna de miel y escapadas románticas.
FRAGMENTO
La frase que se cita al comienzo de la nota, en la que Francisco Moreno explica que la zona del Nahuel Huapi “contiene la reunión más interesante de bellezas naturales” de la Patagonia, forma parte de una carta que el propio Moreno le enviara al ministro de Hacienda Wenceslao Escalante el 6 de noviembre de 1903. En la misma, Moreno donaba 7 mil hectáreas de tierra que le fueran cedidas por sus servicios prestados al Estado nacional y que se convertirían en el Parque Nacional Nahuel Huapi.
INFO
Oficinas comerciales: Mitre 150 y Mitre 219
Bariloche – Río Negro – Patagonia – Argentina
Tel. +54 0294 4426109/110/112
www.turisur.com.ar
www.hotelpuertoblest.com.ar