POR MISKI PAGNUCCO
Detalles de un sitio en el que las pizzas a la parrilla alcanzan la categoría gourmet.
Con mucha probabilidad, uno de los platos más famosos en el mundo es la pizza. Entre otros placeres, es sinónimo de reunión y de amistad y hay tantas variedades como ingredientes encontremos. Este clásico de la cocina popular napolitana se ha llevado, en muchos lugares, a un nivel más sofisticado y en Bariloche, frente a la selecta carta de este tipo de propuestas, La Pinta remarca un estilo. Animados por las diferencias entre las diferentes pizzas, sometemos el paladar a la variedad de ofertas y una vez que la degustamos, parece no haber vuelta atrás, delgada, crocante y con ese particular sabor parrillero irresistible.
El arte de elaborar una buena comida se impuso en la mayoría de las recetas y, en este caso, preparar una pizza ya es una tarea gourmet sobre calle 24 de Septiembre y Saavedra: se trata de sorprender con ingredientes que escapan a los sabores tradicionales. La Pinta mantuvo el estilo que afamó entre los turistas al restaurante Tarquino. Ahora, con una propuesta renovada, se posiciona entre los recomendados de Bariloche. Sus pizzas gourmet a la parrilla son exquisitas y van de la mano de algunas particularidades que las vuelven aún más placenteras: un ambiente agradable, un presentación prolija y por sobre todo, ingredientes ricos y de las mejores calidades. El lugar es administrado por Gloria y Vicente Verkys, quienes lo atendieron con platos gourmet por más de diez años.
Ahora, un enorme chop de cerveza recibe a los invitados junto a la entrada. “El cambio fue un desafío motivado por la crisis, que terminó en una propuesta muy linda, positiva. Estamos contentos de volver a compartir con el público local y disfrutar del ambiente familiar que se genera”, expresó Gloria, radiante. Sin duda, la oferta devela que se continúa trabajando con la misma predisposición. Incluso a la hora de las compras para los preparativos diarios se destaca cierta exigencia.
La carta alista cerca de veinte variedades, un número que escapa a la locura de un lugar que busca acapararlo todo. Frente a la parrilla a la vista, hay una mesa como para unos ocho comensales, un rincón con almohadones. Pocas veces nos habremos imaginado una pizzería con tantas comodidades, seguramente uno de los rincones más reservados. La de rúcula y jamón crudo es un clásico en las reuniones de mujeres, con ese toque ahumado y crocante por el calor de las brasas. La vegetariana, con aceitunas tipo griegas, zucchinis, berenjenas y abundante queso, es exquisita. A la cabeza de las solicitudes están las de panceta y huevos fritos, una opción solo para entendidos.
Con un buen chop de cerveza tirada La Cruz, tomar una decisión deja de ser el gran dilema. A modo de entrada, los panzerotti, una especie de pancitos fritos con muzzarella, y las empanadas fritas, tienen su hinchada. Las pizzas con palmitos, hongos patagónicos, trucha ahumada, provolone, roquefort, jamón y ananá, a la parrilla y con abundantes ingredientes, son todas extraordinarias. Lo que se dice todo un manjar gourmet. Finalmente, es imposible escapar a los sabores de los helados Jauja y al postre “La Pinta”, sorpresa de la casa.
El cambio fue positivo. El establecimiento mantuvo su estilo, rústico, que se resume en una hermosa cabaña de troncos, que da gusto visitar para almorzar o cenar.
La Pinta cuenta con rampa para sillas de rueda y buen espacio para el estacionamiento vehicular, un dato no menor y que evita las tradicionales vueltas que ocurren en el centro de la ciudad.■
La pinta
24 de Septiembre y Saavedra
Tel. 0294 4434774