Un concepto sin disciplina :: ARTECONCEPTO

Arte Concepto nació hace 13 años como un estudio de diseño, arquitectura y televisión. Los primeros pasos del equipo los realizaron Nicolás Amoroso, que venía de la Economía, y Pablo Telechea, inquieto diseñador industrial, quienes aún hoy, después de muchos cambios y bifurcaciones, siguen siendo los motores y directivos de este espacio siempre renovado. En aquellos primeros años, Amoroso estaba más relacionado a la comunicación y la TV, mientras que Telechea se dedicaba al área de arquitectura y diseño. Estos caminos los formaron y foguearon para lo que vendría más adelante.

Cuenta Nicolás Amoroso: “Siempre fuimos fanáticos del tema medios. Ahí es que comenzamos con las páginas web, con un concepto moderno, con portales novedosos, como fue el caso de Interpueblo. En este proyecto comenzamos a utilizar el concepto que desarrollo Google de simplificar los contenidos en una web. Hasta entonces la mayoría de los portales tenían diseño poco ergonómico”.

El diálogo permite apreciar que constantemente estuvo esa mezcla entre comunicación, diseño y arte: “Siempre nos encontrábamos hablando de arte. Después lo aplicábamos en un hecho arquitectónico, un hecho comunicacional o en un hecho de diseño”.

En  2005 las cosas para el equipo cambian y comienza un período de búsqueda. Amoroso primero se va a San Martín de los Andes y luego a Europa; Diego (el productor general del programa) se marcha de Bariloche; Telechea también viaja a Europa. La casona quedó vacía. De acuerdo a Amoroso, el viaje por el Viejo Continente le dio a Pablo Telechea  un aire “muy neo hippie”: “Volvió enojado con la profesión”, recuerda. “El arte tiene la capacidad de cambiarte la noción que tenés sobre la realidad. Es un golpe fresco”, asegura Nicolás.

Pablo y Nicolás se volvieron a juntar entonces en ese estado de vacío, de terreno fértil para la posibilidad. La primera respuesta que encontraron los vinculó casi por consecuencia directa al arte. Significó, de alguna manera, volver al origen. El objetivo, la prioridad sería ahora el hecho artístico. Así la vieja casona de Pablo Telechea se transformó en un espacio dedicado al arte. Y empezó todo de golpe. El cambio fue drástico. Pablo, para ganar dinero, comenzó a recibir gente en la casa. Pasó de ser un “estudio bien” a una favela artística. Todo este ambiente “inspiracional”, mezcla de caos y orden perfecto, hizo que Pablo apareciera de un día para el otro con 10 cuadros pintados. “Y yo en ese mismo momento comencé a trabajar mucho con la fotografía y con el video como formas expresivas”, afirma Amoroso. “Los dos metidos en ese camino nuevo comenzamos a vincular nuestras formas expresivas: allí comenzaron a generarse las instalaciones. Todo comenzó a fluir y nos transformamos en un grupo de más  de 40 artistas”.

Corría el 2006 y el proyecto, el vacío, se llenó de identidad: era un “Laboratorio de Arte”. La primera instalación se llamo “el túnel sensorial, para que los ciegos vean y los sordos escuchen”. El curador era Horacio Ferrari Sol. Después vino “Manzano brujo”, con la participación de Francisco “Pancho” Amoroso (el padre de Nicolás). La instalación tenía como tópico la reivindicación de los bosques y el grupo presentó un árbol hecho de espejos.

Todo se fue encaminando hacia ese fin más artístico y lentamente Pablo comenzó a reconciliarse con la profesión, pero ya desde otro lugar. El espacio de arte ahora se llamaba arteconcepto.com y su lugar predilecto era la nube del ciberespacio.

De laboratorio de arte a FACTORÍA de DISEÑO

Las corrientes artísticas definieron el camino iniciático. Los interrogantes y los caminos personales, los viajes, los intereses por la fusión de disciplinas, la arquitectura, la música, la pintura y el diseño, definieron la creación. Con el arte conceptual como motor, que puede tener su origen en los años ´30 con Marcel Duchamp: el hecho artístico es la idea. El Dadaísmo, el Pop Art, el Futurismo italiano, el Hiperrealismo y a nivel local Martha Minujín influyeron al joven grupo.

“Todo este diálogo con el arte, la búsqueda, las distintas instalaciones que fuimos haciendo, fueron llevando a un último proyecto  llamado “física plástica” que desarrollamos en conjunto con el Centro Atómico. La idea básicamente era expresar ciertas teorías de la física moderna con obras plásticas. Lamentablemente no se pudo llevar a la práctica por cuestiones de financiamiento. Igualmente con el apoyo del Centro Atómico Bariloche y el Centro Cultural Borges logramos presentarlo con muy buena respuesta y habiendo estado muy cerca de ser parte de Tecnópolis. Pero las ideas son de las que los desarrollan y no necesariamente de quienes las crean”, dice Amoroso, reflexionando sobre los procesos y caminos transitados que los han hecho llegar a donde están hoy.

El tránsito y la exploración de la producción de video arte, stop motion y la fotografía, la video instalación (VJ) con nuevos exponentes del post rock y de la música electrónica, el proyecto de física plástica que relataba Nicolás Amoroso, derivaron en una nueva mutación. Ahora pasaría de un laboratorio de arte a Factoría de diseño.

Diseño radical y sin disciplina

El vínculo con la corriente del radical design y el trabajo de Ron Arad marcan un norte. Corrientes y expresiones que comienzan en los ´70 y ´80 con la discusión sobre el objeto y su funcionalidad.  Comenzaron a pensar y producir con el foco en lo visual, en objetos más ornamentales. Objetos en los que la funcionalidad no era lo más importante, sino que hasta el hecho de su belleza era su funcionalidad. “Se puede llegar a la síntesis de ambas. Mirá el Ipod por ejemplo: un objeto lindo, funcional. Creo que ahí con Pablo coincidimos”, dice Nicolás. “Steve Jobs es otro referente a seguir”.

Telechea comienza a producir una línea de objetos y muebles en cartón reciclado. Y ahí fue el primer vuelco en concreto al diseño, al radical design, reconciliándose nuevamente con la profesión y buscando un concepto, práctico, ecológico y despojado del título de autor. “Se trata de hacer diseños que tengan instrucciones para que lo puedas hacer en casa. Eliminar el copyright”,  dice Pablo.

En el transcurso del 2011 encontraron la inversión necesaria para la máquina que les permitiría comenzar a producir en escala, generando lo que ellos llaman “la factoría”. Un año repleto de cambios y logros que culminó con la exposición en el Festival Internacional de diseño en el Centro Metropolitano de Diseño de Buenos Aires. La vedette de la velada fue un objeto multipropósito llamado “La Tumbona”, que les generó méritos y menciones especiales. Así cambió la prioridad: del hecho artístico a la producción de diseño radical en escala mediana, un  colectivo de trabajo, una dupla de delirios artísticos que termina en la producción concreta de objetos de diseño sin disciplina. ArteConcepto es un lugar del no lugar. Cuando todo lo sólido se desvanece en el aire y la posmodernidad no es más que una intuición, la incorregible práctica del que se anima a lo nuevo regala un golpe fresco para el verano de lo conocido.■

Un objeto multipropósito. Ergonómico, para trabajar o simplemente para relajarse. Para una mirada que entiende al cuerpo, la mente y el ser como un todo. Tiene su momento reservado para estirar la espalda. Un momento lúdico para jugar al sube y baja. El espacio justo para el amante del vino o para las chucherías de lo cotidiano. Es simplemente un objeto para existir en una esquina de la casa y para descubrir su utilidad en cada uso.