Uno de los productos que distingue a Frasson Travel Designer es el glamping: se trata de un producto exclusivo y diferente que, desde una perspectiva basada en el confort, modifica la idea de lo que significa disfrutar de un campamento. Una tendencia mundial ahora en Bariloche.
La Patagonia ofrece una notable cantidad de opciones, todas extraordinarias. Pero si la región admitiese un superlativo más, habrá que encontrarlo en el pequeño firmamento de los “valores agregados”. Y ese es el universo de Frasson Travel Designer, una agencia de viajes que se especializa en el segmento de lujo, una agencia “boutique” que domina los secretos del turismo activo y que, además, se ocupa de organizar acontecimientos a medida de los paladares más exigentes de la Patagonia Norte y la Región de los Lagos.
Uno de los productos que distingue a Frasson Travel Designer es el glamping, una tendencia diferente y exclusiva que se desarrolla con todo éxito en distintos lugares del mundo. El glamping implica relativizar cualquier idea respecto a los campamentos tradicionales: se trata de un producto distinto que, desde una perspectiva basada en el confort, modifica la idea de lo que significa disfrutar de un campamento con detalles como un domo, una carpa bell tent (o carpas tipo canvas safari), que harán las veces de habitaciones de lujo en medio de locaciones únicas.
El glamping no significa visitar lugares tranquilos o exentos de dificultades. La idea de aventura y la capacidad para deleitarse con lo agreste siempre está presente. El concepto de este tipo de viajes y los campamentos temporarios o nómades supone alcanzar lugares lo más remotos posibles, explorarlos, descubrirlos y vivirlos para luego abandonar la zona “sin dejar rastros”, minimizando el impacto ambiental (siempre se utilizan energías limpias y renovables)
Este tipo de campamentos temporarios de lujo se transforman en experiencias únicas, sofisticadas y exclusivas, para pasajeros exigentes que buscan estar en contacto con la naturaleza sin renunciar al confort y al servicio. Los campamentos, acorde a los requerimientos, son a medida, siempre en lugares extraordinarios, en los que la logística juega un papel fundamental. Nada está librado al azar: las actividades son exclusivas, con el acompañamiento y la supervisión de guías profesionales y colaboradores que se encargan de todos los detalles. Las varias experiencias combinan actividades outdoor (trekking, kayak, rafting o mountain bike) con programas de menor exigencia física como paseos en barco, flotadas, pesca con mosca, cabalgatas o actividades para niños y toda la familia. Los más exigentes, incluso, pueden participar de las “Heli-adventures“.
El glamping, sin perder el contexto de lo que significa la vida al aire libre, ofrece confort cinco estrellas. Las carpas de lujo (o “refugios nómades”) son cómodas, estéticas y amplias, todas ellas, desde las auténticas carpas de “bell tent” hasta las tiendas tipo safari, pasando por los sofisticados domos geodésicos: las superficies varían desde los 12 metros hasta los 30 metros cuadrados, con disposición de camas twin o queen/king para viajeros individuales, parejas o familias. El equipamiento incluye camas sommier king, sábanas de algodón egipcio, almohadas premium, plumón de duvet y amenities de categoría. Y también baños portables “eco-toilettes“, desde los más sencillos hasta los súper exclusivos baños en suite con ducha de agua caliente.
Si de gastronomía se trata, la propuesta incluye un chef privado y personal de servicio. La “cocina nómade”, excelente, combina sabores patagónicos y tradicionales de la Argentina y los platos son diversos y riquísimos, maridados con las mejores etiquetas varietales de la Patagonia o de Cuyo. Los postres, naturalmente, son gourmet. Y la cena es a la luz de la velas.
Confort y naturaleza. Glamping, una forma con estilo que desafía lo estipulado.